viernes, 4 de enero de 2013

Be with you 9

Año nuevo, capitulo nuevo~!
Les deseo lo mejor en este 2013,  mis mejores deseos para ustedes! Y aquí les dejo la conti de Be with you.
Como siempre, las cursivas son flash back ^^






Alrededor de unas dos horas regresé al apartamento, iba en compañía de Midõ y el otro de mis custodios, Amano Ginji, quien me acordaba bastante a Aiba por la manera algo atolondrada de comportarse. Me hizo bien el salir con ellos a comer, a pesar de que me mantuve la mayor parte del tiempo callado, observándoles, escuchándoles y sobre todo, analizándoles.

- Sucede algo, ¿Matsumoto-san?- negué con la cabeza vigorosamente y esbocé una sonrisa antes de abrir la puerta
- Sólo quiero descansar un poco. Gracias por darme ese voto de confianza al salir conmigo hoy- hice una ligera inclinación antes de entrar al lugar en donde vivía, aquella cárcel lujosa, la cual ya sentía que odiaba.

Me senté en el sofá, lanzando un suspiro, sintiéndome agotado mentalmente de un momento a otro, divagando entre mis pensamientos…


Abrí la puerta, encontrándome con la mirada enternecedora de Nino, quien sonrió al verme. Eran pasadas las doce de la medianoche y él no acostumbraba a visitar a esa hora; alcé una ceja, esbozando una ligera sonrisa.

- Buenas noches…- dije en voz baja, haciéndome a un lado para que pudiese entrar
- Buenas noches, J- entró al apartamento y se acomodó la sudadera, volviendo a dedicarme una dulce sonrisa
- ¿A qué se debe la agradable visita?- inquirí cerrando la puerta. Nino se volvió hacia mí, encogiéndose de hombros
- No quería dormir solo… ¿Te molesta que haya venido hasta acá?-
- Por supuesto que no, sabes que puedes venir siempre que quieras… Igual a mí no me disgusta dormir contigo- respondí encogiéndome de hombros yo esta vez-

Después de aquél beso y de habernos confesado que nos gustábamos, la relación entre nosotros había cambiado bastante; ahora nunca faltaba esa mirada, ese roce “accidental” en ocasiones, y nunca faltaban los besos a escondidas en medio del trabajo.

- Gracias J… Entonces me voy a la habitación de huéspedes- comentó Nino con una traviesa sonrisa. Lo tomé por el brazo, atrayéndolo hacia mí; él alzó el rostro, dejando sus labios a escasos centímetros de los míos.
- ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?-

Nino negó con la cabeza lentamente, atrayendo mi rostro hasta el suyo con la mano libre, uniendo nuestros labios finalmente. Suspiré en cuanto sentí su cálido aliento mezclarse con el mío mientras me besaba; aquella mezcla entre adrenalina y excitación al mismo tiempo, todo aquello por sentir tan solo sus delicados labios contra los míos. Solté su brazo, atrayéndolo hasta mí por la cintura, mientras él rodeaba mi cuello con sus brazos, entregándonos en aquél beso, olvidándolo todo.

- Diablos no, sabes que no es lo que quiero- respondió en cuanto nos separamos para buscar aire.
- Entonces vamos a mi habitación… ¿O quieres algo de comer antes?- susurré antes de darle un suave beso nuevamente. Nino negó con la cabeza
- No tengo hambre, prefiero irme ya a la cama…-

Sonreí lascivamente antes de que Nino volviese a tomar posesión de mi boca, dejando que su lengua rozara delicadamente contra la mía. Contuve un jadeo y lo acorralé contra la pared, acariciando su cintura mientras el beso iba tomando más intensidad por parte de ambos.

- No imaginas cuanto te deseo, Kazunari…- susurré contra sus labios, escuchando un quedo gemido escaparse de ellos. Él pestañeó varias veces antes de separarse de mí, respirando agitadamente.
- Te equivocas, Jun. Hoy vine SÓLO a dormir- dijo, haciendo énfasis en esa palabra
- Oh… Perdona por ponerme así, es que…- Nino puso un dedo sobre mis labios, acallándome.
- No tienes que disculparte, por el hecho de que te diga que solamente quiero dormir, no quiere decir que no te deseé. Es sólo que… Siento que aún no es el momento. Eres especial J, y no quiero dañarlo- explicó con una sonrisa.

Y aquella fue la primera vez que dormimos juntos como pareja.

Recordar aquellas cosas me hacía feliz, y al mismo tiempo me daba una amarga sensación… Extrañaba todas esas cosas, necesitaba más que nunca a Nino, y eran aquellas simples vivencias, las que me hacían darme cuenta de todo lo que había perdido.

Sentía los ojos escocer, un enorme nudo en la garganta, al remembrar esos momentos, que solo hacían recordarme a cada maldito minuto que yo era el único culpable de lo que estaba sucediendo.

Una silenciosa lágrima rodó por una de mis mejillas, sintiéndome como un patético por llorar en aquel momento, pero la verdad era que estaba atado, literal y figurativamente; sin poder hacer nada para volver a verle de nuevo. Deseaba con todas mis fuerzas simplemente el estar a su lado, haría lo que fuera con tal de solo abrazarle, pedirle perdón por esto y mandar al diablo mi enojo por lo de Riida.

Lo único que quería era tener a Nino nuevamente en mis brazos.


By Nino

De todos los lugares del mundo, elegí el estar allí…

Mascullé una maldición y suspiré pesadamente, era como si mi mente controlase todo, sin darme tiempo a protestar siquiera. Estaba aparcado frente al edificio en el que Jun vivía; aquél edificio que había visitado miles de veces, al que llegaba hasta con los ojos cerrados… Aquél era el lugar en el que realmente quería estar.

Salí del auto, sacando el juego de llaves de mi bolsillo; allí también estaban las del apartamento de Jun. Me las había dado cuando cumplimos tres meses de relación, ya que me pasaba la mayoría de las noches en su casa y cuando él no estaba por alguna razón, me quedaba a esperarlo en el pasillo.

Sonreí con amargura en cuanto me acerqué a la puerta, sabía que detrás de ella no habría nadie esperándome, que cuando entrase al apartamento, nadie me diría que me echaba de menos ni me besaría apasionadamente. Simplemente, Jun sólo estaba en mis recuerdos.


Al entrar a la casa de Jun, noté que todo estaba perfectamente arreglado, como siempre, las cosas de él continuaban allí; sus fotos, una caja de cigarrillos, un libro descansaba a su lado. Como si él no se hubiese ido.

Pero yo sabía que él no estaba.

Fui con pasos lentos hasta su habitación, la cual habíamos compartido tantas veces; me senté en su cama; en la que me había hecho el amor, en la que habíamos discutido, reído, y dormido juntos durante dos años… Sabía que iba a llorar, últimamente no paraba de hacerlo, me encontraba más sensible que nunca y no tenía idea exactamente del porqué.

Extrañaba a J, pero también me lastimaba el hecho de que quisieran olvidarse de él, de no mencionarlo, de referirse a Arashi solamente a nosotros cuatro. No, definitivamente no era justo, cuando Jun era uno de los que más se esforzaba en el grupo. Siempre en los conciertos era él quien ofrecía ideas, verificando que todo estuviese en orden, cosa que ninguno de nosotros hacíamos, siendo sincero.

Me puse de pie, yendo hasta el closet; al abrirlo, sentí como el corazón volvía a latirme con fuerza en el pecho al ver sus cosas, su aroma impregnada en toda la habitación.

¿Será que estoy enloqueciendo sin ti?, dijo una voz interior que decidí ignorar.

Tomé un abrigo negro, aspirando su embriagador perfume, sonriendo con tristeza al recordarle nuevamente y regresando a la cama sin soltar la prenda. En estos momentos lo único que me hacía bien era estar cerca de él, así fuese de esta manera, pero al menos en este lugar había un fragmento de Jun. Y eso era lo único que yo necesitaba.


Al abrir los ojos me di cuenta de que me había quedado dormido abrazado al abrigo de J, al notar mis mejillas frías y la prenda humedecida caí en cuenta de que también había llorado, pero algo bueno había resultado de todo esto… Era la primera vez que descansaba en todos estos días. Había olvidado la última noche en la que dormí plácidamente, sin pensar en los problemas, tal y como hoy.

La habitación se encontraba sumida en la más completa oscuridad, al incorporarme y mirar el reloj de la mesilla vi que eran pasadas de las diez de la noche y que debía regresar a mi hogar. Abracé el abrigo de Jun y le dediqué una última mirada a aquella habitación antes de salir de allí.

Me puse el abrigo mientras iba caminando hasta mi auto, el camino hasta mi casa fue silencioso y tranquilo, no encendí la radio siquiera; todo por evitar escuchar alguna noticia relacionada con nosotros.

Al regresar a mi apartamento, vi a una persona de pie en la puerta del edificio. Entrecerré los ojos para agudizar la visión y me sorprendí al ver de quien se trataba… Ese alguien me esperaba a mí, sin duda alguna.

- ¿Ohno?...- inquirí algo sorprendido. Él se volvió hacia mí, esbozó una sonrisa al verme y se acercó hasta quedar en frente mío.
- Hola Nino-
- ¿Sucede algo?- pregunté en voz baja y sonreí algo incomodo
- No exactamente… Sólo quiero… hablar contigo- dijo finalmente- y compartir esto mientras lo hacemos- añadió alzando una bolsa con la mano izquierda, haciendo que soltara una leve carcajada.
- Entiendo… ¿quieres que vayamos al lugar de siempre?- Riida asintió, ensanchando la sonrisa antes de seguirme. Teníamos por costumbre sentarnos en la azotea de mi edificio y hablar de cualquier tontería; aunque esta vez no estaba seguro de si podía o no conversar con Ohno después de lo que había sucedido.

Al llegar a la azotea, tomamos asiento en el suelo, Ohno me entregó una hamburguesa de queso, mi favorita; la tomé con una sonrisa de agradecimiento, el sacó dos vasos de malteada de chocolate, papas fritas y una hamburguesa para él.

- Supuse que tenías mucho sin comer esto…- dijo a modo de explicación
- Supones muy bien, Riida. Desde hace unos días estoy comiendo por inercia, no porque realmente lo desee o porque tenga hambre- musité en voz baja- Pero esta vez, creo que quizás tenga un poco de apetito…- Ohno asintió antes de darle una mordida a su hamburguesa.

Ambos comimos en silencio, con el cantar de un grillo como banda sonora del momento. No dejé ni una migaja de la hamburguesa, estaba riquísima, al igual que la malteada; sin duda, era lo que necesitaba.

- Nino… Quiero que hablemos- dijo nuestro líder rompiendo el silencio; me volví hacia él y suspiré, apretando levemente los labios
- Dispara-
- A ver… No se cómo empezar…- volvió a suspirar- Verás, quiero arreglar las cosas entre nosotros. Se que ese beso dañó todo, que traicioné tu confianza, que te lastimé a ti y a MatsuJun, que ya no soy “el líder confiable” que solía ser, y… Quiero disculparme…
- Ohno- le interrumpí bruscamente- No hace falta que te disculpes, de verdad- miré hacia el cielo y continué- Antes que todo, quiero decirte que admiro tu valentía al decirle a Jun lo ocurrido conmigo. Hiciste lo que yo por miedo, no pude hacer… Reconozco que te excediste con lo del beso, y yo quise guardar las distancias contigo, pero… Confío en ti, ¿sabes? Se que no vas a arruinarlo nuevamente, aunque debiste decirme lo que sentías por mí y no besarme así como así, ¡menudo susto que me pegaste!- ambos reímos por mi comentario
- Lo se, fui un completo idiota al besarte sin apenas decir nada…- inclinó el rostro, apenado- Desde hace unos meses siento una rara atracción por ti, y te juro que jamás querría interponerme entre tú y Jun. Sabes que fui el primero en felicitarles al saber de su relación… Por eso, de verdad, perdóname-
- ¿Cómo tengo que decirte que no tienes que pedir perdón? Todo está bien, Riida. Creo que lo único que teníamos que hacer era arreglar las cosas entre nosotros… Y por Jun no te preocupes, él te adora, y se que al igual que yo, también va a perdonarte- puse una mano sobre uno de sus hombros y sonreí
- Me alegra escuchar eso… Y me alegra que estemos bien otra vez-
- A mí también, además, necesitare mucho de ustedes para superar esto… Jamás creí que me deprimiría tanto sin él…- comenté con la voz algo apagada
- Creo que él ha de estar igual que tú, no es fácil estar separado de lo que amas. Cuando sucedió aquello- dijo refiriéndose a su incidente- la pasé fatal separado de ustedes.
- Lo se, nosotros estuvimos muy mal sin ti, y ahora tenemos que volver a pasar por esta amarga experiencia por culpa de Johnny… Es decir, yo se que lo hace “por nuestro bien”- dije haciendo comillas con los dedos- Pero, siento que esta vez fue algo injusto con él-
- Sabes que ser injusto es una de las cualidades de Kitagawa es ser injusto-
- Gracias por venir, Oh-chan- sonreí
- No tienes que agradecer, Kazu, sabes que te quiero, ¿no?- lo miré con una ceja enarcada- Hablo como amigo, ¡baka!- añadió, causando la risa de ambos.
- Sólo intentaba bromear…-
- No lo estabas, ahora cada vez que diga que te quiero, me vas a malinterpretar- comentó Riida, cruzándose de brazos
- No, se que lo dices con buena intención- dije conteniendo la risa


Ohno se fue alrededor de dos horas después, estuve bromeando bastante con él, sintiéndome aliviado de que las cosas entre nosotros estuviesen como antes. Al menos ese era un problema menos en el cual pensar. En cuanto Ohno se marchó me di una ducha y me fui hasta la cama, intentando dormir un poco… esa mañana teníamos una entrevista para una revista y nos tomarían algunas fotos; terminaríamos de planear las cosas restantes  para Vs Arashi, luego tendríamos grabación de Arashi ni Shiagare, y finalmente, pasaría por el apartamento de Jun si no terminaba muy agotado.

El ir a aquel lugar me hacía sentir un poco de alivio entre tanto dolor; pues indirectamente estaba con Jun, estaba cerca de sus cosas, y tenía un trocito de él conmigo… Miré su abrigo, que descansaba en una silla, frente a mi cama y suspiré. No quería volverme un obseso con su ropa, pero, casos desesperados ameritan medidas desesperadas.


Cerré la puerta del camerino con fuerza, sintiéndome enojado con el mundo, con la vida, con él, con ella…

Detestaba cuando empezaba a hablar de cosas del pasado, como si ellos tuviesen una relación, y me daba rabia que Jun no dijese nada al respecto. Sabía que no éramos nada aun, pero al menos debía de respetarme un poquito siquiera, ¿no?

Sho entró al camerino, mirándome con curiosidad, poniendo los brazos en jarras. Le miré a través del espejo, poniendo los ojos en blanco, de antemano ya me imaginaba que pregunta vendría…

- ¿Qué te pasa con Mao?-
- Nada- respondí secamente, tomando asiento frente al espejo. Sho continuaba observándome en silencio
- Podrás engañar a todos, excepto a mí. Se qué te pasa algo… estas celoso por ella y Jun, ¿verdad?
- No-
- Mira Nino, si quieres no me lo digas, pero puedo ver en tus ojos lo molesto que estás. Sabes de sobra como es Mao, parece que se quedó congelada en el tiempo y aun no supera el hecho de que que ella y Jun hicieron Hana yori dango. Pero no te pongas así, no hace falta- puso una mano sobre uno de mis hombros
- A veces no quisiera sentir esto… No ponerme mal por sus cosas, pero, no puedo evitarlo Sho. Jun me gusta, me gusta demasiado y mucho más aun después de…- me detuve en cuanto vi que Jun había entrado también.
- Sho-kun, ¿nos dejas a solas por favor?- el aludido asintió y me guiñó un ojo antes de salir de la habitación; el silencio reinó en cuanto estuvimos solos.
- Nino…
- No pasa nada, sólo me duele la cabeza- mentí
- Si claro, y yo soy Goku- contuve una sonrisa e incliné el rostro- Mira, te conozco tanto que no hace falta que me digas que tienes y porque es. Se exactamente que estás molesto y de verdad, no tienes que ponerte así… A pesar de que estamos en un estudio repleto de gente, sólo tengo ojos para ti y solamente puedo pensar en lo que pasará esta noche en cuanto estemos en mi habitación…

Me sentí estremecer al escuchar su voz, sintiendo las mejillas teñirse de carmesí ante aquellas palabras.

- Siempre sabes que decir para hacerme sentir bien…- susurré sin mirarlo
- Sólo digo la verdad, Kazu. Me gustas, estoy loco por ti- musitó en voz baja, inclinándose a besar una de mis mejillas- Ahora ve al set, terminemos de grabar, quiero irme a casa…- añadió antes de irse del camerino, dejándome sonrojado, con una sonrisa idiota de oreja a oreja y apenado a más no poder.


Y con ese dulce recuerdo, cerré los ojos y finalmente me quedé dormido mientras abrazaba la almohada, deseando fervientemente el volverlo a ver, así fuese en mis sueños.



No se, pero siento que me quedó demasiado cursipendejo .____.

2 comentarios:

  1. Waaa ya quiero que esten juntos de nuevo u.u
    solo de ver que se necesitan uno del otro
    hacen que mi kokoro salte de emocion pero a
    la vez de tristeza xq se que estan sufriendo T-T
    los recuerdos los amo!! es la felicidad que apecigua el dolor que estan sintiendo >///<
    Gracias Iza!! y Feliz Año Nuevo :D

    pd: me gusta tu cursipendejo *0* jeje

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    Respuestas
    1. Es triste ver a esas pobres criaturitas sufrir por amor... Todo por no estar juntos :c Pero es una prueba para ver cuanto se adoran <3
      Sabes? Pensé que se agobiarían con tanto flashback, pero veo que no >////<
      Gracias Kana! Feliz 2013 para ti también! Y gracias por gustarte lo cursipendejo de la historia xd :3

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