Les deseo lo mejor en este 2013, mis mejores deseos para ustedes! Y aquí les dejo la conti de Be with you.
Como siempre, las cursivas son flash back ^^
Alrededor
de unas dos horas regresé al apartamento, iba en compañía de Midõ y el otro de
mis custodios, Amano Ginji, quien me acordaba bastante a Aiba por la manera
algo atolondrada de comportarse. Me hizo bien el salir con ellos a comer, a
pesar de que me mantuve la mayor parte del tiempo callado, observándoles,
escuchándoles y sobre todo, analizándoles.
-
Sucede algo, ¿Matsumoto-san?- negué con la cabeza vigorosamente y esbocé una
sonrisa antes de abrir la puerta
-
Sólo quiero descansar un poco. Gracias por darme ese voto de confianza al salir
conmigo hoy- hice una ligera inclinación antes de entrar al lugar en donde
vivía, aquella cárcel lujosa, la cual ya sentía que odiaba.
Me
senté en el sofá, lanzando un suspiro, sintiéndome agotado mentalmente de un momento
a otro, divagando entre mis pensamientos…
Abrí la puerta,
encontrándome con la mirada enternecedora de Nino, quien sonrió al verme. Eran
pasadas las doce de la medianoche y él no acostumbraba a visitar a esa hora;
alcé una ceja, esbozando una ligera sonrisa.
- Buenas noches…- dije en
voz baja, haciéndome a un lado para que pudiese entrar
- Buenas noches, J- entró al
apartamento y se acomodó la sudadera, volviendo a dedicarme una dulce sonrisa
- ¿A qué se debe la
agradable visita?- inquirí cerrando la puerta. Nino se volvió hacia mí,
encogiéndose de hombros
- No quería dormir solo… ¿Te
molesta que haya venido hasta acá?-
- Por supuesto que no, sabes
que puedes venir siempre que quieras… Igual a mí no me disgusta dormir contigo-
respondí encogiéndome de hombros yo esta vez-
Después de aquél beso y de
habernos confesado que nos gustábamos, la relación entre nosotros había
cambiado bastante; ahora nunca faltaba esa mirada, ese roce “accidental” en
ocasiones, y nunca faltaban los besos a escondidas en medio del trabajo.
- Gracias J… Entonces me voy
a la habitación de huéspedes- comentó Nino con una traviesa sonrisa. Lo tomé
por el brazo, atrayéndolo hacia mí; él alzó el rostro, dejando sus labios a
escasos centímetros de los míos.
- ¿Estás seguro de que eso
es lo que quieres?-
Nino negó con la cabeza
lentamente, atrayendo mi rostro hasta el suyo con la mano libre, uniendo
nuestros labios finalmente. Suspiré en cuanto sentí su cálido aliento mezclarse
con el mío mientras me besaba; aquella mezcla entre adrenalina y excitación al
mismo tiempo, todo aquello por sentir tan solo sus delicados labios contra los
míos. Solté su brazo, atrayéndolo hasta mí por la cintura, mientras él rodeaba
mi cuello con sus brazos, entregándonos en aquél beso, olvidándolo todo.
- Diablos no, sabes que no
es lo que quiero- respondió en cuanto nos separamos para buscar aire.
- Entonces vamos a mi
habitación… ¿O quieres algo de comer antes?- susurré antes de darle un suave
beso nuevamente. Nino negó con la cabeza
- No tengo hambre, prefiero
irme ya a la cama…-
Sonreí lascivamente antes de
que Nino volviese a tomar posesión de mi boca, dejando que su lengua rozara
delicadamente contra la mía. Contuve un jadeo y lo acorralé contra la pared,
acariciando su cintura mientras el beso iba tomando más intensidad por parte de
ambos.
- No imaginas cuanto te
deseo, Kazunari…- susurré contra sus labios, escuchando un quedo gemido
escaparse de ellos. Él pestañeó varias veces antes de separarse de mí,
respirando agitadamente.
- Te equivocas, Jun. Hoy
vine SÓLO a dormir- dijo, haciendo énfasis en esa palabra
- Oh… Perdona por ponerme
así, es que…- Nino puso un dedo sobre mis labios, acallándome.
- No tienes que disculparte,
por el hecho de que te diga que solamente quiero dormir, no quiere decir que no
te deseé. Es sólo que… Siento que aún no es el momento. Eres especial J, y no
quiero dañarlo- explicó con una sonrisa.
Y aquella fue la primera vez
que dormimos juntos como pareja.
Recordar
aquellas cosas me hacía feliz, y al mismo tiempo me daba una amarga sensación…
Extrañaba todas esas cosas, necesitaba más que nunca a Nino, y eran aquellas simples
vivencias, las que me hacían darme cuenta de todo lo que había perdido.
Sentía
los ojos escocer, un enorme nudo en la garganta, al remembrar esos momentos,
que solo hacían recordarme a cada maldito minuto que yo era el único culpable
de lo que estaba sucediendo.
Una
silenciosa lágrima rodó por una de mis mejillas, sintiéndome como un patético
por llorar en aquel momento, pero la verdad era que estaba atado, literal y
figurativamente; sin poder hacer nada para volver a verle de nuevo. Deseaba con
todas mis fuerzas simplemente el estar a su lado, haría lo que fuera con tal de
solo abrazarle, pedirle perdón por esto y mandar al diablo mi enojo por lo de
Riida.
Lo
único que quería era tener a Nino nuevamente en mis brazos.
By Nino
De
todos los lugares del mundo, elegí el estar allí…
Mascullé
una maldición y suspiré pesadamente, era como si mi mente controlase todo, sin
darme tiempo a protestar siquiera. Estaba aparcado frente al edificio en el que
Jun vivía; aquél edificio que había visitado miles de veces, al que llegaba
hasta con los ojos cerrados… Aquél era el lugar en el que realmente quería
estar.
Salí
del auto, sacando el juego de llaves de mi bolsillo; allí también estaban las
del apartamento de Jun. Me las había dado cuando cumplimos tres meses de
relación, ya que me pasaba la mayoría de las noches en su casa y cuando él no
estaba por alguna razón, me quedaba a esperarlo en el pasillo.
Sonreí
con amargura en cuanto me acerqué a la puerta, sabía que detrás de ella no
habría nadie esperándome, que cuando entrase al apartamento, nadie me diría que
me echaba de menos ni me besaría apasionadamente. Simplemente, Jun sólo estaba
en mis recuerdos.
Al
entrar a la casa de Jun, noté que todo estaba perfectamente arreglado, como
siempre, las cosas de él continuaban allí; sus fotos, una caja de cigarrillos,
un libro descansaba a su lado. Como si él no se hubiese ido.
Pero
yo sabía que él no estaba.
Fui
con pasos lentos hasta su habitación, la cual habíamos compartido tantas veces;
me senté en su cama; en la que me había hecho el amor, en la que habíamos
discutido, reído, y dormido juntos durante dos años… Sabía que iba a llorar,
últimamente no paraba de hacerlo, me encontraba más sensible que nunca y no tenía
idea exactamente del porqué.
Extrañaba
a J, pero también me lastimaba el hecho de que quisieran olvidarse de él, de no
mencionarlo, de referirse a Arashi solamente a nosotros cuatro. No,
definitivamente no era justo, cuando Jun era uno de los que más se esforzaba en
el grupo. Siempre en los conciertos era él quien ofrecía ideas, verificando que
todo estuviese en orden, cosa que ninguno de nosotros hacíamos, siendo sincero.
Me
puse de pie, yendo hasta el closet; al abrirlo, sentí como el corazón volvía a
latirme con fuerza en el pecho al ver sus cosas, su aroma impregnada en toda la
habitación.
¿Será que estoy
enloqueciendo sin ti?, dijo una voz interior que decidí
ignorar.
Tomé
un abrigo negro, aspirando su embriagador perfume, sonriendo con tristeza al
recordarle nuevamente y regresando a la cama sin soltar la prenda. En estos
momentos lo único que me hacía bien era estar cerca de él, así fuese de esta
manera, pero al menos en este lugar había un fragmento de Jun. Y eso era lo
único que yo necesitaba.
Al
abrir los ojos me di cuenta de que me había quedado dormido abrazado al abrigo
de J, al notar mis mejillas frías y la prenda humedecida caí en cuenta de que
también había llorado, pero algo bueno había resultado de todo esto… Era la
primera vez que descansaba en todos estos días. Había olvidado la última noche
en la que dormí plácidamente, sin pensar en los problemas, tal y como hoy.
La
habitación se encontraba sumida en la más completa oscuridad, al incorporarme y
mirar el reloj de la mesilla vi que eran pasadas de las diez de la noche y que
debía regresar a mi hogar. Abracé el abrigo de Jun y le dediqué una última
mirada a aquella habitación antes de salir de allí.
Me
puse el abrigo mientras iba caminando hasta mi auto, el camino hasta mi casa
fue silencioso y tranquilo, no encendí la radio siquiera; todo por evitar
escuchar alguna noticia relacionada con nosotros.
Al
regresar a mi apartamento, vi a una persona de pie en la puerta del edificio.
Entrecerré los ojos para agudizar la visión y me sorprendí al ver de quien se
trataba… Ese alguien me esperaba a mí, sin duda alguna.
-
¿Ohno?...- inquirí algo sorprendido. Él se volvió hacia mí, esbozó una sonrisa
al verme y se acercó hasta quedar en frente mío.
-
Hola Nino-
-
¿Sucede algo?- pregunté en voz baja y sonreí algo incomodo
-
No exactamente… Sólo quiero… hablar contigo- dijo finalmente- y compartir esto
mientras lo hacemos- añadió alzando una bolsa con la mano izquierda, haciendo
que soltara una leve carcajada.
-
Entiendo… ¿quieres que vayamos al lugar de siempre?- Riida asintió, ensanchando
la sonrisa antes de seguirme. Teníamos por costumbre sentarnos en la azotea de
mi edificio y hablar de cualquier tontería; aunque esta vez no estaba seguro de
si podía o no conversar con Ohno después de lo que había sucedido.
Al
llegar a la azotea, tomamos asiento en el suelo, Ohno me entregó una
hamburguesa de queso, mi favorita; la tomé con una sonrisa de agradecimiento,
el sacó dos vasos de malteada de chocolate, papas fritas y una hamburguesa para él.
-
Supuse que tenías mucho sin comer esto…- dijo a modo de explicación
-
Supones muy bien, Riida. Desde hace unos días estoy comiendo por inercia, no
porque realmente lo desee o porque tenga hambre- musité en voz baja- Pero esta
vez, creo que quizás tenga un poco de apetito…- Ohno asintió antes de darle una
mordida a su hamburguesa.
Ambos
comimos en silencio, con el cantar de un grillo como banda sonora del momento.
No dejé ni una migaja de la hamburguesa, estaba riquísima, al igual que la
malteada; sin duda, era lo que necesitaba.
-
Nino… Quiero que hablemos- dijo nuestro líder rompiendo el silencio; me volví
hacia él y suspiré, apretando levemente los labios
-
Dispara-
-
A ver… No se cómo empezar…- volvió a suspirar- Verás, quiero arreglar las cosas
entre nosotros. Se que ese beso dañó todo, que traicioné tu confianza, que te
lastimé a ti y a MatsuJun, que ya no soy “el líder confiable” que solía ser, y…
Quiero disculparme…
-
Ohno- le interrumpí bruscamente- No hace falta que te disculpes, de verdad-
miré hacia el cielo y continué- Antes que todo, quiero decirte que admiro tu
valentía al decirle a Jun lo ocurrido conmigo. Hiciste lo que yo por miedo, no
pude hacer… Reconozco que te excediste con lo del beso, y yo quise guardar las
distancias contigo, pero… Confío en ti, ¿sabes? Se que no vas a arruinarlo
nuevamente, aunque debiste decirme lo que sentías por mí y no besarme así como así,
¡menudo susto que me pegaste!- ambos reímos por mi comentario
-
Lo se, fui un completo idiota al besarte sin apenas decir nada…- inclinó el
rostro, apenado- Desde hace unos meses siento una rara atracción por ti, y te
juro que jamás querría interponerme entre tú y Jun. Sabes que fui el primero en
felicitarles al saber de su relación… Por eso, de verdad, perdóname-
-
¿Cómo tengo que decirte que no tienes que pedir perdón? Todo está bien, Riida.
Creo que lo único que teníamos que hacer era arreglar las cosas entre nosotros…
Y por Jun no te preocupes, él te adora, y se que al igual que yo, también va a
perdonarte- puse una mano sobre uno de sus hombros y sonreí
-
Me alegra escuchar eso… Y me alegra que estemos bien otra vez-
-
A mí también, además, necesitare mucho de ustedes para superar esto… Jamás creí
que me deprimiría tanto sin él…- comenté con la voz algo apagada
-
Creo que él ha de estar igual que tú, no es fácil estar separado de lo que
amas. Cuando sucedió aquello- dijo refiriéndose a su incidente- la pasé fatal
separado de ustedes.
-
Lo se, nosotros estuvimos muy mal sin ti, y ahora tenemos que volver a pasar
por esta amarga experiencia por culpa de Johnny… Es decir, yo se que lo hace
“por nuestro bien”- dije haciendo comillas con los dedos- Pero, siento que esta
vez fue algo injusto con él-
-
Sabes que ser injusto es una de las cualidades de Kitagawa es ser injusto-
-
Gracias por venir, Oh-chan- sonreí
-
No tienes que agradecer, Kazu, sabes que te quiero, ¿no?- lo miré con una ceja
enarcada- Hablo como amigo, ¡baka!- añadió, causando la risa de ambos.
-
Sólo intentaba bromear…-
-
No lo estabas, ahora cada vez que diga que te quiero, me vas a malinterpretar-
comentó Riida, cruzándose de brazos
-
No, se que lo dices con buena intención- dije conteniendo la risa
Ohno
se fue alrededor de dos horas después, estuve bromeando bastante con él,
sintiéndome aliviado de que las cosas entre nosotros estuviesen como antes. Al
menos ese era un problema menos en el cual pensar. En cuanto Ohno se marchó me
di una ducha y me fui hasta la cama, intentando dormir un poco… esa mañana
teníamos una entrevista para una revista y nos tomarían algunas fotos;
terminaríamos de planear las cosas restantes
para Vs Arashi, luego tendríamos grabación de Arashi ni Shiagare, y
finalmente, pasaría por el apartamento de Jun si no terminaba muy agotado.
El
ir a aquel lugar me hacía sentir un poco de alivio entre tanto dolor; pues
indirectamente estaba con Jun, estaba cerca de sus cosas, y tenía un trocito de
él conmigo… Miré su abrigo, que descansaba en una silla, frente a mi cama y
suspiré. No quería volverme un obseso con su ropa, pero, casos desesperados
ameritan medidas desesperadas.
Cerré la puerta del camerino
con fuerza, sintiéndome enojado con el mundo, con la vida, con él, con ella…
Detestaba cuando empezaba a
hablar de cosas del pasado, como si ellos tuviesen una relación, y me daba
rabia que Jun no dijese nada al respecto. Sabía que no éramos nada aun, pero al
menos debía de respetarme un poquito siquiera, ¿no?
Sho entró al camerino,
mirándome con curiosidad, poniendo los brazos en jarras. Le miré a través del
espejo, poniendo los ojos en blanco, de antemano ya me imaginaba que pregunta
vendría…
- ¿Qué te pasa con Mao?-
- Nada- respondí secamente,
tomando asiento frente al espejo. Sho continuaba observándome en silencio
- Podrás engañar a todos,
excepto a mí. Se qué te pasa algo… estas celoso por ella y Jun, ¿verdad?
- No-
- Mira Nino, si quieres no
me lo digas, pero puedo ver en tus ojos lo molesto que estás. Sabes de sobra
como es Mao, parece que se quedó congelada en el tiempo y aun no supera el
hecho de que que ella y Jun hicieron Hana yori dango. Pero no te pongas así, no
hace falta- puso una mano sobre uno de mis hombros
- A veces no quisiera sentir
esto… No ponerme mal por sus cosas, pero, no puedo evitarlo Sho. Jun me gusta,
me gusta demasiado y mucho más aun después de…- me detuve en cuanto vi que Jun
había entrado también.
- Sho-kun, ¿nos dejas a
solas por favor?- el aludido asintió y me guiñó un ojo antes de salir de la
habitación; el silencio reinó en cuanto estuvimos solos.
- Nino…
- No pasa nada, sólo me
duele la cabeza- mentí
- Si claro, y yo soy Goku-
contuve una sonrisa e incliné el rostro- Mira, te conozco tanto que no hace
falta que me digas que tienes y porque es. Se exactamente que estás molesto y
de verdad, no tienes que ponerte así… A pesar de que estamos en un estudio
repleto de gente, sólo tengo ojos para ti y solamente puedo pensar en lo que
pasará esta noche en cuanto estemos en mi habitación…
Me sentí estremecer al
escuchar su voz, sintiendo las mejillas teñirse de carmesí ante aquellas
palabras.
- Siempre sabes que decir
para hacerme sentir bien…- susurré sin mirarlo
- Sólo digo la verdad, Kazu.
Me gustas, estoy loco por ti- musitó en voz baja, inclinándose a besar una de
mis mejillas- Ahora ve al set, terminemos de grabar, quiero irme a casa…- añadió
antes de irse del camerino, dejándome sonrojado, con una sonrisa idiota de
oreja a oreja y apenado a más no poder.
Y
con ese dulce recuerdo, cerré los ojos y finalmente me quedé dormido mientras
abrazaba la almohada, deseando fervientemente el volverlo a ver, así fuese en
mis sueños.
No se, pero siento que me quedó demasiado cursipendejo .____.
Waaa ya quiero que esten juntos de nuevo u.u
ResponderEliminarsolo de ver que se necesitan uno del otro
hacen que mi kokoro salte de emocion pero a
la vez de tristeza xq se que estan sufriendo T-T
los recuerdos los amo!! es la felicidad que apecigua el dolor que estan sintiendo >///<
Gracias Iza!! y Feliz Año Nuevo :D
pd: me gusta tu cursipendejo *0* jeje
Es triste ver a esas pobres criaturitas sufrir por amor... Todo por no estar juntos :c Pero es una prueba para ver cuanto se adoran <3
EliminarSabes? Pensé que se agobiarían con tanto flashback, pero veo que no >////<
Gracias Kana! Feliz 2013 para ti también! Y gracias por gustarte lo cursipendejo de la historia xd :3