Stand By Me

Género: Shonen ai, cursipendejo a más no poder.
Pareja: Yama Pair.
Extensión: Drabble.

Notas: La madrugada me inspira (?)

Me fascinaba mirarle mientras dormía… escuchar su acompasada respiración, como fruncía levemente el entrecejo y volvía a relajarlo segundos después. En ocasiones, esbozaba una leve sonrisa; la cual me hacía preguntarme en qué pensaba o qué soñaba en ese momento… me preguntaba si era yo el motivo de aquella sonrisa o si se encontraba soñando conmigo.

Extendí una mano para acariciar su alborotado cabello, el cual le ocultaba la frente. Me quedé observando sus facciones; la delicada piel cetrina de su rostro, sus perfectas y arregladas cejas, sus carnosos labios ligeramente entreabiertos, y la sombra de una creciente barba; que le hacía ver más adorable aún.

No siempre podía compartir de esta manera con él, así que, cada vez que tenía la oportunidad de pasar las noches a su lado, siempre le observaba dormir, velaba su sueño y pensaba mil y un cosas. Me daba igual si al día siguiente tenia ojeras, me daba igual cuando escuchaba sus reprimendas, pues le molestaba que no durmiese por estar pendiente a él.

Nuestra relación no era “correcta”, tanto él como yo debíamos guardar las apariencias, y más cuando uno de nosotros estaba comprometido. Y lo que más me dolía admitir era que esa persona era yo.

Es por eso que cuando podía escapar de mi vida, de toda la presión que me influía en el trabajo, en mi casa, con mi familia y los demás, iba a verle… le amaba demasiado, él era lo más importante en mi vida, era lo que me daba fuerzas para continuar.

Se removió incomodo en la cama, por lo que dejé de acariciar su cabello para no despertarle, pero, había olvidado lo ligero que era su sueño, así que ya estaba mirándome con sus soñolientos ojos castaños y esbozando una tierna sonrisa.

- ¿Hasta cuándo seguirás mirándome?-

- Si por mi fuese, toda la vida…- dije en voz baja

- Hora de dormir, Satoshi…- susurró

- Shh…- contesté estrechándolo en mis brazos. Sho dejó escapar un sonoro suspiro y correspondió al abrazo, escondiendo su rostro en mi cuello

- Es más fácil atrapar la luna que lograr que duermas por las noches- comentó en voz baja

- Ya, ya, voy a dormir ahora-

- ¿Seguro?- inquirió él

- Por supuesto, tú confía en mí…- susurré antes de besarle en la frente, abrazándole con más fuerza, sintiendo como el corazón me latía con más fuerza.

Quizás esta noche tendría que hacer una excepción y dormir, pero no me importaba si con eso podía hacerle sentir mejor, y si con ello podía sentirle así de cerca de mí. Le rogaba al cielo el poder tener más hermosas noches como esta, envuelto en su embriagador aroma, con su tibia respiración chocando contra mi piel, y con los latidos de su corazón unidos a los míos, como si fuesen uno solo.