* Las cursivas son flashback.
-
¿Es de esta manera en que realmente quiero vivir?
Me
pregunté en un susurro, tirado en el suelo del baño, observando el techo sin
moverme siquiera El frasco de pastillas yacía en el suelo, con algunas píldoras
regadas a escasos centímetros; trozos del espejo estaban desperdigados por el
suelo y el lavamanos. La cabeza me daba vueltas, la mano izquierda me escocía
por el dolor, pero aun así ninguno de aquellos malestares se comparaba con el
dolor que llevaba dentro.
Mi
vida había dado un drástico giro de 180 grados, todo, absolutamente todo se
hallaba patas arriba y yo, lo único que había hecho era dejarme arrastrar hacia
la deriva. Encontrándome sin fuerzas para seguir luchando, para seguir
afrontando situación tras situación, simplemente estaba harto.
Quien
dijo que el verdadero amor soportaba todo no era consciente de la enorme
mentira que era esta frase; eso de que el amor todo lo soporta, todo lo puede,
todo lo perdona, era una de las mentiras más estúpidas en todo el planeta, y
más estúpidos aun eran quienes la creían.
Yo
era uno de esos estúpidos.
Apreté
un poco los puños, sintiendo como los cristales incrustados en la mano
izquierda volvían a lastimarme, emití un quejido de dolor, quedándome allí
tirado; me encontraba demasiado mareado y sin fuerzas para ponerme de pie.
Aunque, siendo sincero, tampoco tenía ganas de hacerlo.
La
melodía de mi teléfono celular rompió el silencio sepulcral en mi hogar,
llenando la estancia con su dulce y alegre melodía; no sabía en donde se
encontraba el condenado aparato, pero tampoco iría a atenderlo, tenía miedo que
fuese él nuevamente y que volviésemos a decirnos cosas hirientes.
¿Cuándo fue en que me
convertí en una carga para todos?
¿Cuándo
fue que perdí la cordura y la poca dignidad que me quedaba?
¿Cuándo
fue que dejé de ser yo mismo?
Había salido del camerino
para comenzar las grabaciones de HnA, Sho y Ohno se encontraban en el set,
mientras que Aiba terminaba de arreglarse; aquél día tendríamos como invitada a
Horikita Maki, quien ya había llegado y estaba retocándose el maquillaje.
Mientras avanzaba por el largo pasillo, me abotoné el abrigo correctamente y
lancé un suspiro; me hallaba algo adormilado, no había podido dormir bien la
noche anterior pues había tenido pesadillas…
- ¿Kazunari? ¡Que sorpresa
verte!- alcé la cabeza al escuchar aquella voz estridente, encontrándome con el
sonriente rostro de Mika, mi ex.
- Oh, Kaname-san, tiempo sin
verte- contesté sin ganas
- Y volvemos con las
formalidades… Ya te dije que me digas Mika, o Mika-chan, como antes…- comentó
acercándose a mí sin dejar de sonreír
- Prefiero guardar
distancias contigo- curvó los labios en una O, cubriéndose luego la boca con
una mano antes de contestarme
- Vaya, ¿tan grande es tu
odio hacia mí, Nino?-
- No te odio, sólo quiero
guardar las distancias- repetí, sintiéndome cansado de sostener aquella
conversación sin sentido.
- Vale…- rodó las pupilas
por todo el lugar, centrándolas nuevamente en mí- ¿Y cómo la estás pasando sin
tu amorcito? Difícil, ¿no?
- No quiero hablar de eso-
- Aw, ¿te duele hablar de tu
novio? Ay, me da lástima tu situación Nino… Y pensar que quien veía a Jun tan
perfecto y lleno de virtudes, resultó ser peor de lo que yo pensaba…No te
imaginas cuanto me reí gracias al circo que montaron- añadió alzando una de sus
perfectas y delineadas cejas- Espero que hayas disfrutado de ese regalito tanto
como yo…
Todo ocurrió en una fracción
de segundo. Me olvidé completamente en donde estaba y quien estaba frente a mí,
extendí un brazo hacia Mika, tomándola por el cuello, y estampándola con fuerza
contra la pared, sintiendo como la rabia se apoderaba de mí… Todo aquél mal
rato, todo el sufrimiento, todo aquello por lo que era infeliz, no era más que
una obra de ella.
Abrió los ojos, aterrada,
mirándome fijamente, tratando de decir algo, pero las palabras se amontonaban,
logrando articular algunos balbuceos.
- Vienes a decirlo así, como
si fuese un chiste, un estúpido motivo para reír… -murmuré entre dientes- ¡Por
tu maldita culpa, Arashi está yéndose al demonio, Mika! Y te juro que si eso
llega a suceder, ¡VOY A MATARTE!- exclamé con fuerza, haciendo que ella
comenzase a gritar.
Inmediatamente algunos
rostros curiosos aparecieron para observarlo todo; unos brazos me sostuvieron
por la cintura, separándome de ella. Mika se puso las manos en el cuello,
comenzando a llorar histéricamente.
- ¡Voy a denunciarte,
animal! ¡Esto no va a quedarse así!- exclamó antes de echarse a correr hacia su
representante. Al mirar hacia atrás me di cuenta de que mi salvador era Aiba,
quien me sostenía con el rostro inexpresivo. Sho y Ohno llegaron en ese
momento, observándonos con una interrogante
- Por ahí vimos a
Kaname-san, estaba llorando como loca, diciendo que alguien quería matarla… No
sé por qué pensé en ti- señaló Sho
- Creo que… Deberíamos
iniciar la grabación, más tarde hablamos de esto- comentó Aiba soltándome son
lentitud. Los demás asintieron y emprendieron el camino nuevamente hasta el
set- Espero que me cuentes todo cuando terminemos-
Asentí levemente siguiéndole
los pasos. Durante la grabación del programa, a pesar de que intentábamos
mostrarnos con normalidad, aunque había una ligera tensión en el aire, y todos
sabíamos que tenía que ver con lo ocurrido minutos antes.
Sho se mesó el pelo,
cerrando los ojos con gesto cansado. Nos encontrábamos en el camerino, les
había contado lo que Mika me había dicho y mi reacción tras aquél comentario.
Todos estaban sorprendidos, pues no era normal en mí el reaccionar así, era
cualquier cosa, excepto una persona violenta; pero Mika había acabado con los
límites de mi paciencia.
- Esa Mika es una pe…
- ¡Shh!- le interrumpió Sho
a Aiba con un siseo. El aludido encogió los hombros, apenado
- Perdón, ¡es que me da
coraje lo que hizo! Por su culpa, MatsuJun está en Corea… Y encima tiene la
caradura de decir que va a denunciar a Nino. ¡Esa mujer es un demonio!
- Lo sé, pero no me gustaría
que lo hiciera- contestó Sho por lo bajo- Esto podría acarrearnos otro
problema…
- ¿Algo se nos puede
ocurrir, no?- inquirió Ohno
- Si, pero no quiero que
demande a Nino… Kitagawa pondría el grito en el cielo y nos arrancaría las
cabezas- volvió a comentar Sho con semblante preocupado
- O quizás los traseros-
añadió Aiba
- No les hará nada, me haré
completamente responsable. Quizás no debí reaccionar así, pero Mika me provocó-
dije cruzándome de brazos, tratando de parecer valiente, pidiéndole
internamente a quien fuese que mi ex no me demandara.
Ese
fue el comienzo de toda mi tertulia; el rostro de Mika en todas partes,
diciendo el altercado que habíamos tenido y, obviamente, exagerando. Todo
aquello le dio inicio al mayor de mis problemas. Kitagawa se enojó bastante
conmigo, tuve que disculparme públicamente con Mika, y para rematar… Debía de
aceptar terapia psicológica.
El
sonido de mi celular volvió a quebrar el silencio, me escuché a mí mismo lanzar
un quejido de protesta, incapaz de mover siquiera una pestaña. El cuerpo se me
encontraba adormecido y el simple hecho de respirar se me hacía difícil.
-
Quiero… Quiero… Acabar ya con esto…- susurré entre dientes, aminorando la
fuerza en mis puños, los cuales estaban blancos por continuar cerrados aun. Mi
mente divagaba, no paraba de reproducir lo ocurrido en días pasados; no sabía
si culparme a mí, a él, o a Mika…
O
simplemente aceptar que el mayor error que había cometido había sido el
enamorarme de J.
- ¿Qué escriba lo que siento
en un cuaderno?- la señora de algunos cuarenta y tantos, con el pelo recogido
en un estirado moño y dulce sonrisa asintió con lentitud. A mi lado, Sho y Ohno
nos escuchaban en silencio; a pesar de que mi madre insistió en ir, no se lo
permití, pues lo único que quería era no regresar nunca más a ese lugar.
- Sí, es… como una manera de
desahogar toda la presión que llevas dentro. Así no te asfixias con tus propias
emociones- explicaba mientras hacía gestos con las manos. Sho asentía- No es
nada del otro mundo, ni es obligatorio que lo hagas; simplemente es una manera
de ayudarte…
- No lo sé, me parece algo…
Raro- dije casi en un susurro
- Como te dije
anteriormente, no es obligatorio que lo hagas; aunque eso me ayudaría muchísimo
más a comprenderte. Según tu perfil psicológico, es probable que estés
desarrollando una conducta sociópata y trastorno de bipolaridad; a veces no es
necesario nacer con estas características; pues a veces, con algunas
situaciones que se presentan en el diario vivir, alteran ese ciclo y comienzan
los problemas. Es simplemente una manera más fácil para saber lo que piensas, Ninomiya-san…
- Vale- contesté sin ganas-
Lo haré
No me encontraba en ánimos
para discutirle siquiera. Ahora resultaba que gracias a esta mujer, todos creerán
que me volví completamente loco… Por extrañar a J tenía “trastornos de
bipolaridad” y por haberme enojado con Mika, era nada más que un sociópata. Reprimí
una risilla sarcástica, sintiendo pena de mí mismo.
En esto era en lo que me
había convertido… Visitando psicólogos, nuevamente detenido en el trabajo, pues
con el escandalo armado por Mika casi me echan de Johnny’s Entertainment,
continuaba aun sin saber nada de Jun y eso continuaba carcomiéndome por dentro,
dejándome cada vez más vacío; tomando pastillas de litio para mantenerme más
“tranquilo y estable”. Mi vida se había vuelto una mierda sin yo mismo haberme
percatado de ello.
Sólo en mis sueños era
completamente feliz, solamente en mis sueños tenia las cosas que realmente
quería. ¿Quién iba a decirme que cosas tan sencillas, como el despertar a su lado, molestarle en las
grabaciones de los programas, jugar Wii con él, iban a ser precisamente las
cosas que me harían sentir vivo?
Una
solitaria lágrima rodó por mi mejilla, con algo de esfuerzo y torpeza me la limpie
con el dorso de la mano derecha, dejando de sentir ya el escozor en la mano
izquierda; sintiéndome feliz al sentir ya los efectos secundarios. Faltaba muy
poco, muy poco…
Aquella
noche prometía ser una de las mejores en los últimos días, se suponía que debía
de estar eufórico, llorando de la felicidad, no tirado en el suelo del baño,
contemplando el techo mientras recordaba el origen de todo aquello, en el lugar
que pronto se convertiría en mi lecho de muerte.
No me gustaba atender
llamadas de números extraños o restringidos, pero, mientras me preparaba un
sándwich de queso para cenar, mi móvil comenzó a sonar. Al ver ese número
extraño, más el código de área de Corea, no dudé ni un momento en contestar,
atendí la llamada con el corazón latiéndome frenéticamente en el pecho.
- Ha… ¿Hai?- musité
débilmente. El silencio reinaba al otro lado de la línea; segundos después,
escuché su grave voz y todo se me desmoronó por dentro.
- ¿Hola? ¿Nino?- me puse una
mano en el pecho, tratando de controlar el remolino de emociones que se
agolpaban dentro de mí
- J… Al fin… Jun…- musité en
un susurro- No sabes cuánto imaginaba este momento, cuanto quería el escuchar
tu voz por lo menos...- sentí como se me quebró la voz. Él continuaba en
silencio, mientras yo hacía un esfuerzo sobrehumano para no llorar.
- Nino… Nino, tranquilo ¿sí?
A mí también me hace muy feliz escucharte al menos, este mes alejado de ustedes
ha sido un infierno- contestó con voz apacible, todo lo contrario a mí, que me
encontraba al borde de un ataque de nervios
- ¿Y cómo has estado? ¿Cómo
pudiste contactarme? ¿Qué has hecho en estos días? ¿Te tratan bien? ¿La estás
pasando bien allí? ¿Tienes libros al menos?...
- Nino- me interrumpió
bruscamente- tranquilo- repitió
- Perdón, es que…- musité
algo apenado. Pero algo no estaba bien, en el tono de su voz no se notaba la
misma alegría que tenía yo, y aquello no me daba buena espina.
- Quiero que seas tú quien
me cuentes… Que me expliques… ¿Qué es eso del escándalo con tu ex? ¿Cómo es que
intentaste golpear a Mika? ¿Acaso te volviste loco? En la situación en que se
encuentra todo y vienes a meternos más en el atolladero… ¿Qué no te das cuenta
de que con esto es probable que no volvamos a pisar un escenario nunca más? ¿Es
que no reparas las consecuencias de tus actos?- espetó con dureza
- Pero… Pero es que no sabes
nada, J. Fue ella, por ella estás en Corea, fue ella quien envió a los
paparazis…
- No me importa eso ya, lo
único que me importa es poder regresar… Y lo dudo completamente después de
esto.- me interrumpió nuevamente
- Jun, no seas así conmigo…
Si hubieses estado en mi lugar lo hubieses hecho, no sabes lo difícil que es
esto para mí. Joder… Me estoy derrumbando sin ti, y el ver frente a mí a la
causante de todo este maldito embrollo… ¿Y quieres que actúe con cortesía y la
felicite por lo que hizo? Lo siento, pero no me arrepiento de nada. De no haber
sido por Aiba, la hubiese matado…
- ¿Estás escuchándote? Veo
que este tiempo separados no te ha cambiado en absoluto, sigues siendo el mismo
egoísta y caprichoso de siempre… Tú, tú y siempre tú. Te quejas de que la estás
pasando mal, que estás triste, que no sé qué, pero al menos tú tienes a los
chicos, tienes a tu familia, tienes a todos a tu alrededor… ¡Yo no tengo a
nadie! Sólo tengo a los custodias, porque NADIE viene a visitarme, durante este
tiempo solamente he visto a mi madre dos veces, y vienes tu a hablarme de
sufrimiento… Cuando no has sufrido ni la mitad de lo que yo si he sufrido aquí.
No lo sabes, ¡de verdad que no tienes ni puta idea!
Enmudecí tras aquellas
palabras, mordiéndome el labio inferior con fuerza para contener las lágrimas
de humillación que amenazaban con salir, abrasándome los ojos. ¿Cómo podía
explicarle a Jun que no me importaba tener a nadie, absolutamente a nadie a mí
alrededor? Que él se había convertido en el centro de mi vida, y ahora, que lo
escuchaba, me daba cuenta de ello y de cuanto le echaba de menos.
- Quizás no lo sé, pero no
puedes decir que soy un egoísta, pues todo lo que hago, lo hice pensando en ti-
respondí en mi defensa. Él emitió una carcajada tosca, sin nada de humor.
- ¿Meterte en problemas por mí?
No es la mejor manera de demostrarlo… ¿Qué no te cansas de ser un problema para
todos? ¿Que no entiendes que al comportarte así estás preocupando a todos a tu
alrededor? A tu familia, a los chicos, a mí… Madura ya de una vez, Nino-
- ¿Sabes qué? Ve a juzgar a
otro, no tienes idea de las noches que no he podido dormir, pensando en qué estarás
haciendo, no sabes cómo me encuentro realmente. Del Nino que dejaste hace un
tiempo atrás, ya no queda nada…- dejé escapar un sollozo- ¡y lo poco que
quedaba de él, tú acabas de matarlo!
- Kazu, por favor…
- ¡Cállate!- grité- tú no estás
aquí, escuchando lo que dicen los demás, viendo como la gente actúa, como
evitan mencionarte, como Kitagawa insiste en borrarte de nuestras vidas. Quizás
estés viviendo un infierno alejado de todos, pero yo, aquí, con “todo el mundo
a mi alrededor” también he estado viviendo mi propio infierno… ¡Así que deja de
juzgarme y vete a la mierda!- exclamé antes de terminar la llamada, arrojando
el móvil al suelo, al igual que el sándwich que estaba preparándome minutos
antes.
Con el eco de las palabras
de J resonando una y otra vez en mi cabeza, y dándole rienda suelta a las
lágrimas contenidas, me dirigí hasta el baño, abriendo el botiquín y sacando el
frasco de pastillas de litio.
- Con que una carga para
todos, ¿ah?- musité mirándome al espejo, dándole un puñetazo. Pedazos de este
cayeron sobre el lavamanos y el suelo; abrí el frasco, tomando un gran puñado
de éstas y llevándomelas a la boca.
Voces en mi cabeza me decían
que lo que hacía era incorrecto, pero yo sabía que aquella sería la solución al
problema. Se acabarían mis actos egoístas, la preocupación de todos a mí
alrededor, las palabras hirientes de J, los reclamos constantes de Johnny-sama,
las charlas estúpidas con la psicóloga, la tristeza que se había apoderado de
mí, los problemas…
Esbocé
una triste sonrisa, cerrando los ojos, visualizando a J nuevamente. Me sonreía,
me tomaba entre sus brazos, diciéndome que todo aquello no había sido más que
palabras y que me amaba a pesar de todas las cosas. Una sensación cálida acogió
mi adormecido cuerpo, se me taponaron los oídos y un absoluto silencio se
apoderó de todo.
- Te amo, Jun…- musitaron mis labios antes de que
dejase de sentir, de sufrir…
Antes de que dejase de vivir.
NOOOOOOOOOOOOOO!! NINO no puedes
ResponderEliminardejarnos waaaaaaa T__________T
maldición xq de muchas cosas tuvo
que llegar a esa conclusion? por que demonions
la primera llamada de Jun a su amor tuvo que
ser para reclamos? O.Ó #$%$&%$#&$%
Pu%$&%/%&/ MIka! la ODIO!! #$%#%#
Espero que sho llegue antes que nino nos abandone *reza a kamisama*
tengo tantas emociones encontradas que nose si reirme o llorar xD
pero lo que si estoy segura es que EXIJO
CONTINUACION MUY PRONTO!!! sdjkfhsajkfhsd XD
IZA! eres mala! como le hiciste eso a matsumiya T0T , pero a pesar de eso quiero mas!! >0< Ganbatte!!
Sabía que vendrían ese tipo de comentarios D:<
EliminarSe que Nino no debía de llegar a esa conclusión, pero... Con tantas cosas encima, más las palabras del baka de Jun, como no va a ponerse mal?
Voy a tratar de colgar la conti lo más rapido posible, así no te halas de los pelos XD
y prepara tus pañuelos Kana-chan :D
Noooooooooo no puedes dejarlo ahí
ResponderEliminarwaaaaaaaaaaaaa mi Nino, NOOOOOOO como pudo hacer eso??? todo por la culpa de esa pe... de Mika "·"·"·$%&/()=
y jun waaa por que tuvo que decirle eso???? era primera vez que lo llamaba en u mes, y solo lo hace para reprocharle...
por favor sube pronto el siguiente cap, tengo que saber que pasa después asfhklsfhklsfgj
waaaaaaa matsumiya tiene que estar junto. T.T
NINOOOOOOOOOO!!!! T.T
ResponderEliminarpor qué? por qué? noooo hjadsgjhagsah
es que noooo, no, no puede hacer eso, no puede dejar a J así nada más, pero también por qué rayos J le habló de esa manera después de no hablar con él por mucho tiempo, es injusto!! por un lado entiendo el dolor del pobre Kazu, pero nooo no tenía que llegar hasta ese grado!
Isa perdóname pero quiero ya la continuación ahjsdjhasajsajsas >/////<, aaaah es que ya quiero saber qué pasará!!!
ODIO con todo mi ser a esta p... de Mika LA ODIO!
¿cómo pudo hacerle eso? es una maldita!!! y encima lo "demanda" ash la odio, en serio, siempre las ex's tienen que ser así u.ú
Bueno ya me voy antes de que siga muriendo aquí, y ganbare! :D