miércoles, 13 de febrero de 2013

Be With You 11


* Las cursivas son flashback.



- ¿Es de esta manera en que realmente quiero vivir?

Me pregunté en un susurro, tirado en el suelo del baño, observando el techo sin moverme siquiera El frasco de pastillas yacía en el suelo, con algunas píldoras regadas a escasos centímetros; trozos del espejo estaban desperdigados por el suelo y el lavamanos. La cabeza me daba vueltas, la mano izquierda me escocía por el dolor, pero aun así ninguno de aquellos malestares se comparaba con el dolor que llevaba dentro.

Mi vida había dado un drástico giro de 180 grados, todo, absolutamente todo se hallaba patas arriba y yo, lo único que había hecho era dejarme arrastrar hacia la deriva. Encontrándome sin fuerzas para seguir luchando, para seguir afrontando situación tras situación, simplemente estaba harto.

Quien dijo que el verdadero amor soportaba todo no era consciente de la enorme mentira que era esta frase; eso de que el amor todo lo soporta, todo lo puede, todo lo perdona, era una de las mentiras más estúpidas en todo el planeta, y más estúpidos aun eran quienes la creían.

Yo era uno de esos estúpidos.

Apreté un poco los puños, sintiendo como los cristales incrustados en la mano izquierda volvían a lastimarme, emití un quejido de dolor, quedándome allí tirado; me encontraba demasiado mareado y sin fuerzas para ponerme de pie. Aunque, siendo sincero, tampoco tenía ganas de hacerlo.

La melodía de mi teléfono celular rompió el silencio sepulcral en mi hogar, llenando la estancia con su dulce y alegre melodía; no sabía en donde se encontraba el condenado aparato, pero tampoco iría a atenderlo, tenía miedo que fuese él nuevamente y que volviésemos a decirnos cosas hirientes.

¿Cuándo fue en que me convertí en una carga para todos?
¿Cuándo fue que perdí la cordura y la poca dignidad que me quedaba?
¿Cuándo fue que dejé de ser yo mismo?



Había salido del camerino para comenzar las grabaciones de HnA, Sho y Ohno se encontraban en el set, mientras que Aiba terminaba de arreglarse; aquél día tendríamos como invitada a Horikita Maki, quien ya había llegado y estaba retocándose el maquillaje. Mientras avanzaba por el largo pasillo, me abotoné el abrigo correctamente y lancé un suspiro; me hallaba algo adormilado, no había podido dormir bien la noche anterior pues había tenido pesadillas…

- ¿Kazunari? ¡Que sorpresa verte!- alcé la cabeza al escuchar aquella voz estridente, encontrándome con el sonriente rostro de Mika, mi ex.
- Oh, Kaname-san, tiempo sin verte- contesté sin ganas
- Y volvemos con las formalidades… Ya te dije que me digas Mika, o Mika-chan, como antes…- comentó acercándose a mí sin dejar de sonreír
- Prefiero guardar distancias contigo- curvó los labios en una O, cubriéndose luego la boca con una mano antes de contestarme
- Vaya, ¿tan grande es tu odio hacia mí, Nino?-
- No te odio, sólo quiero guardar las distancias- repetí, sintiéndome cansado de sostener aquella conversación sin sentido.
- Vale…- rodó las pupilas por todo el lugar, centrándolas nuevamente en mí- ¿Y cómo la estás pasando sin tu amorcito? Difícil, ¿no?
- No quiero hablar de eso-
- Aw, ¿te duele hablar de tu novio? Ay, me da lástima tu situación Nino… Y pensar que quien veía a Jun tan perfecto y lleno de virtudes, resultó ser peor de lo que yo pensaba…No te imaginas cuanto me reí gracias al circo que montaron- añadió alzando una de sus perfectas y delineadas cejas- Espero que hayas disfrutado de ese regalito tanto como yo…

Todo ocurrió en una fracción de segundo. Me olvidé completamente en donde estaba y quien estaba frente a mí, extendí un brazo hacia Mika, tomándola por el cuello, y estampándola con fuerza contra la pared, sintiendo como la rabia se apoderaba de mí… Todo aquél mal rato, todo el sufrimiento, todo aquello por lo que era infeliz, no era más que una obra de ella.

Abrió los ojos, aterrada, mirándome fijamente, tratando de decir algo, pero las palabras se amontonaban, logrando articular algunos balbuceos.

- Vienes a decirlo así, como si fuese un chiste, un estúpido motivo para reír… -murmuré entre dientes- ¡Por tu maldita culpa, Arashi está yéndose al demonio, Mika! Y te juro que si eso llega a suceder, ¡VOY A MATARTE!- exclamé con fuerza, haciendo que ella comenzase a gritar.

Inmediatamente algunos rostros curiosos aparecieron para observarlo todo; unos brazos me sostuvieron por la cintura, separándome de ella. Mika se puso las manos en el cuello, comenzando a llorar histéricamente.

- ¡Voy a denunciarte, animal! ¡Esto no va a quedarse así!- exclamó antes de echarse a correr hacia su representante. Al mirar hacia atrás me di cuenta de que mi salvador era Aiba, quien me sostenía con el rostro inexpresivo. Sho y Ohno llegaron en ese momento, observándonos con una interrogante
- Por ahí vimos a Kaname-san, estaba llorando como loca, diciendo que alguien quería matarla… No sé por qué pensé en ti- señaló Sho
- Creo que… Deberíamos iniciar la grabación, más tarde hablamos de esto- comentó Aiba soltándome son lentitud. Los demás asintieron y emprendieron el camino nuevamente hasta el set- Espero que me cuentes todo cuando terminemos-

Asentí levemente siguiéndole los pasos. Durante la grabación del programa, a pesar de que intentábamos mostrarnos con normalidad, aunque había una ligera tensión en el aire, y todos sabíamos que tenía que ver con lo ocurrido minutos antes.


Sho se mesó el pelo, cerrando los ojos con gesto cansado. Nos encontrábamos en el camerino, les había contado lo que Mika me había dicho y mi reacción tras aquél comentario. Todos estaban sorprendidos, pues no era normal en mí el reaccionar así, era cualquier cosa, excepto una persona violenta; pero Mika había acabado con los límites de mi paciencia.

- Esa Mika es una pe…
- ¡Shh!- le interrumpió Sho a Aiba con un siseo. El aludido encogió los hombros, apenado
- Perdón, ¡es que me da coraje lo que hizo! Por su culpa, MatsuJun está en Corea… Y encima tiene la caradura de decir que va a denunciar a Nino. ¡Esa mujer es un demonio!
- Lo sé, pero no me gustaría que lo hiciera- contestó Sho por lo bajo- Esto podría acarrearnos otro problema…
- ¿Algo se nos puede ocurrir, no?- inquirió Ohno
- Si, pero no quiero que demande a Nino… Kitagawa pondría el grito en el cielo y nos arrancaría las cabezas- volvió a comentar Sho con semblante preocupado
- O quizás los traseros- añadió Aiba
- No les hará nada, me haré completamente responsable. Quizás no debí reaccionar así, pero Mika me provocó- dije cruzándome de brazos, tratando de parecer valiente, pidiéndole internamente a quien fuese que mi ex no me demandara.


Ese fue el comienzo de toda mi tertulia; el rostro de Mika en todas partes, diciendo el altercado que habíamos tenido y, obviamente, exagerando. Todo aquello le dio inicio al mayor de mis problemas. Kitagawa se enojó bastante conmigo, tuve que disculparme públicamente con Mika, y para rematar… Debía de aceptar terapia psicológica.
El sonido de mi celular volvió a quebrar el silencio, me escuché a mí mismo lanzar un quejido de protesta, incapaz de mover siquiera una pestaña. El cuerpo se me encontraba adormecido y el simple hecho de respirar se me hacía difícil.

- Quiero… Quiero… Acabar ya con esto…- susurré entre dientes, aminorando la fuerza en mis puños, los cuales estaban blancos por continuar cerrados aun. Mi mente divagaba, no paraba de reproducir lo ocurrido en días pasados; no sabía si culparme a mí, a él, o a Mika…

O simplemente aceptar que el mayor error que había cometido había sido el enamorarme de J.



- ¿Qué escriba lo que siento en un cuaderno?- la señora de algunos cuarenta y tantos, con el pelo recogido en un estirado moño y dulce sonrisa asintió con lentitud. A mi lado, Sho y Ohno nos escuchaban en silencio; a pesar de que mi madre insistió en ir, no se lo permití, pues lo único que quería era no regresar nunca más a ese lugar.
- Sí, es… como una manera de desahogar toda la presión que llevas dentro. Así no te asfixias con tus propias emociones- explicaba mientras hacía gestos con las manos. Sho asentía- No es nada del otro mundo, ni es obligatorio que lo hagas; simplemente es una manera de ayudarte…
- No lo sé, me parece algo… Raro- dije casi en un susurro
- Como te dije anteriormente, no es obligatorio que lo hagas; aunque eso me ayudaría muchísimo más a comprenderte. Según tu perfil psicológico, es probable que estés desarrollando una conducta sociópata y trastorno de bipolaridad; a veces no es necesario nacer con estas características; pues a veces, con algunas situaciones que se presentan en el diario vivir, alteran ese ciclo y comienzan los problemas. Es simplemente una manera más fácil para saber lo que piensas, Ninomiya-san…
- Vale- contesté sin ganas- Lo haré

No me encontraba en ánimos para discutirle siquiera. Ahora resultaba que gracias a esta mujer, todos creerán que me volví completamente loco… Por extrañar a J tenía “trastornos de bipolaridad” y por haberme enojado con Mika, era nada más que un sociópata. Reprimí una risilla sarcástica, sintiendo pena de mí mismo.

En esto era en lo que me había convertido… Visitando psicólogos, nuevamente detenido en el trabajo, pues con el escandalo armado por Mika casi me echan de Johnny’s Entertainment, continuaba aun sin saber nada de Jun y eso continuaba carcomiéndome por dentro, dejándome cada vez más vacío; tomando pastillas de litio para mantenerme más “tranquilo y estable”. Mi vida se había vuelto una mierda sin yo mismo haberme percatado de ello.

Sólo en mis sueños era completamente feliz, solamente en mis sueños tenia las cosas que realmente quería. ¿Quién iba a decirme que cosas tan sencillas, como  el despertar a su lado, molestarle en las grabaciones de los programas, jugar Wii con él, iban a ser precisamente las cosas que me harían sentir vivo?


Una solitaria lágrima rodó por mi mejilla, con algo de esfuerzo y torpeza me la limpie con el dorso de la mano derecha, dejando de sentir ya el escozor en la mano izquierda; sintiéndome feliz al sentir ya los efectos secundarios. Faltaba muy poco, muy poco…

Aquella noche prometía ser una de las mejores en los últimos días, se suponía que debía de estar eufórico, llorando de la felicidad, no tirado en el suelo del baño, contemplando el techo mientras recordaba el origen de todo aquello, en el lugar que pronto se convertiría en mi lecho de muerte.


No me gustaba atender llamadas de números extraños o restringidos, pero, mientras me preparaba un sándwich de queso para cenar, mi móvil comenzó a sonar. Al ver ese número extraño, más el código de área de Corea, no dudé ni un momento en contestar, atendí la llamada con el corazón latiéndome frenéticamente en el pecho.

- Ha… ¿Hai?- musité débilmente. El silencio reinaba al otro lado de la línea; segundos después, escuché su grave voz y todo se me desmoronó por dentro.
- ¿Hola? ¿Nino?- me puse una mano en el pecho, tratando de controlar el remolino de emociones que se agolpaban dentro de mí
- J… Al fin… Jun…- musité en un susurro- No sabes cuánto imaginaba este momento, cuanto quería el escuchar tu voz por lo menos...- sentí como se me quebró la voz. Él continuaba en silencio, mientras yo hacía un esfuerzo sobrehumano para no llorar.
- Nino… Nino, tranquilo ¿sí? A mí también me hace muy feliz escucharte al menos, este mes alejado de ustedes ha sido un infierno- contestó con voz apacible, todo lo contrario a mí, que me encontraba al borde de un ataque de nervios
- ¿Y cómo has estado? ¿Cómo pudiste contactarme? ¿Qué has hecho en estos días? ¿Te tratan bien? ¿La estás pasando bien allí? ¿Tienes libros al menos?...
- Nino- me interrumpió bruscamente- tranquilo- repitió
- Perdón, es que…- musité algo apenado. Pero algo no estaba bien, en el tono de su voz no se notaba la misma alegría que tenía yo, y aquello no me daba buena espina.
- Quiero que seas tú quien me cuentes… Que me expliques… ¿Qué es eso del escándalo con tu ex? ¿Cómo es que intentaste golpear a Mika? ¿Acaso te volviste loco? En la situación en que se encuentra todo y vienes a meternos más en el atolladero… ¿Qué no te das cuenta de que con esto es probable que no volvamos a pisar un escenario nunca más? ¿Es que no reparas las consecuencias de tus actos?- espetó con dureza
- Pero… Pero es que no sabes nada, J. Fue ella, por ella estás en Corea, fue ella quien envió a los paparazis…
- No me importa eso ya, lo único que me importa es poder regresar… Y lo dudo completamente después de esto.- me interrumpió nuevamente
- Jun, no seas así conmigo… Si hubieses estado en mi lugar lo hubieses hecho, no sabes lo difícil que es esto para mí. Joder… Me estoy derrumbando sin ti, y el ver frente a mí a la causante de todo este maldito embrollo… ¿Y quieres que actúe con cortesía y la felicite por lo que hizo? Lo siento, pero no me arrepiento de nada. De no haber sido por Aiba, la hubiese matado…
- ¿Estás escuchándote? Veo que este tiempo separados no te ha cambiado en absoluto, sigues siendo el mismo egoísta y caprichoso de siempre… Tú, tú y siempre tú. Te quejas de que la estás pasando mal, que estás triste, que no sé qué, pero al menos tú tienes a los chicos, tienes a tu familia, tienes a todos a tu alrededor… ¡Yo no tengo a nadie! Sólo tengo a los custodias, porque NADIE viene a visitarme, durante este tiempo solamente he visto a mi madre dos veces, y vienes tu a hablarme de sufrimiento… Cuando no has sufrido ni la mitad de lo que yo si he sufrido aquí. No lo sabes, ¡de verdad que no tienes ni puta idea!

Enmudecí tras aquellas palabras, mordiéndome el labio inferior con fuerza para contener las lágrimas de humillación que amenazaban con salir, abrasándome los ojos. ¿Cómo podía explicarle a Jun que no me importaba tener a nadie, absolutamente a nadie a mí alrededor? Que él se había convertido en el centro de mi vida, y ahora, que lo escuchaba, me daba cuenta de ello y de cuanto le echaba de menos.

- Quizás no lo sé, pero no puedes decir que soy un egoísta, pues todo lo que hago, lo hice pensando en ti- respondí en mi defensa. Él emitió una carcajada tosca, sin nada de humor.
- ¿Meterte en problemas por mí? No es la mejor manera de demostrarlo… ¿Qué no te cansas de ser un problema para todos? ¿Que no entiendes que al comportarte así estás preocupando a todos a tu alrededor? A tu familia, a los chicos, a mí… Madura ya de una vez, Nino-
- ¿Sabes qué? Ve a juzgar a otro, no tienes idea de las noches que no he podido dormir, pensando en qué estarás haciendo, no sabes cómo me encuentro realmente. Del Nino que dejaste hace un tiempo atrás, ya no queda nada…- dejé escapar un sollozo- ¡y lo poco que quedaba de él, tú acabas de matarlo!
- Kazu, por favor…
- ¡Cállate!- grité- tú no estás aquí, escuchando lo que dicen los demás, viendo como la gente actúa, como evitan mencionarte, como Kitagawa insiste en borrarte de nuestras vidas. Quizás estés viviendo un infierno alejado de todos, pero yo, aquí, con “todo el mundo a mi alrededor” también he estado viviendo mi propio infierno… ¡Así que deja de juzgarme y vete a la mierda!- exclamé antes de terminar la llamada, arrojando el móvil al suelo, al igual que el sándwich que estaba preparándome minutos antes.

Con el eco de las palabras de J resonando una y otra vez en mi cabeza, y dándole rienda suelta a las lágrimas contenidas, me dirigí hasta el baño, abriendo el botiquín y sacando el frasco de pastillas de litio.

- Con que una carga para todos, ¿ah?- musité mirándome al espejo, dándole un puñetazo. Pedazos de este cayeron sobre el lavamanos y el suelo; abrí el frasco, tomando un gran puñado de éstas y llevándomelas a la boca.

Voces en mi cabeza me decían que lo que hacía era incorrecto, pero yo sabía que aquella sería la solución al problema. Se acabarían mis actos egoístas, la preocupación de todos a mí alrededor, las palabras hirientes de J, los reclamos constantes de Johnny-sama, las charlas estúpidas con la psicóloga, la tristeza que se había apoderado de mí, los problemas…


Esbocé una triste sonrisa, cerrando los ojos, visualizando a J nuevamente. Me sonreía, me tomaba entre sus brazos, diciéndome que todo aquello no había sido más que palabras y que me amaba a pesar de todas las cosas. Una sensación cálida acogió mi adormecido cuerpo, se me taponaron los oídos y un absoluto silencio se apoderó de todo.
- Te amo, Jun…- musitaron mis labios antes de que dejase de sentir, de sufrir…


Antes de que dejase de vivir.


4 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOO!! NINO no puedes
    dejarnos waaaaaaa T__________T
    maldición xq de muchas cosas tuvo
    que llegar a esa conclusion? por que demonions
    la primera llamada de Jun a su amor tuvo que
    ser para reclamos? O.Ó #$%$&%$#&$%
    Pu%$&%/%&/ MIka! la ODIO!! #$%#%#

    Espero que sho llegue antes que nino nos abandone *reza a kamisama*
    tengo tantas emociones encontradas que nose si reirme o llorar xD
    pero lo que si estoy segura es que EXIJO
    CONTINUACION MUY PRONTO!!! sdjkfhsajkfhsd XD

    IZA! eres mala! como le hiciste eso a matsumiya T0T , pero a pesar de eso quiero mas!! >0< Ganbatte!!

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    1. Sabía que vendrían ese tipo de comentarios D:<
      Se que Nino no debía de llegar a esa conclusión, pero... Con tantas cosas encima, más las palabras del baka de Jun, como no va a ponerse mal?

      Voy a tratar de colgar la conti lo más rapido posible, así no te halas de los pelos XD
      y prepara tus pañuelos Kana-chan :D

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  2. Noooooooooo no puedes dejarlo ahí
    waaaaaaaaaaaaa mi Nino, NOOOOOOO como pudo hacer eso??? todo por la culpa de esa pe... de Mika "·"·"·$%&/()=
    y jun waaa por que tuvo que decirle eso???? era primera vez que lo llamaba en u mes, y solo lo hace para reprocharle...
    por favor sube pronto el siguiente cap, tengo que saber que pasa después asfhklsfhklsfgj
    waaaaaaa matsumiya tiene que estar junto. T.T

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  3. NINOOOOOOOOOO!!!! T.T
    por qué? por qué? noooo hjadsgjhagsah
    es que noooo, no, no puede hacer eso, no puede dejar a J así nada más, pero también por qué rayos J le habló de esa manera después de no hablar con él por mucho tiempo, es injusto!! por un lado entiendo el dolor del pobre Kazu, pero nooo no tenía que llegar hasta ese grado!
    Isa perdóname pero quiero ya la continuación ahjsdjhasajsajsas >/////<, aaaah es que ya quiero saber qué pasará!!!
    ODIO con todo mi ser a esta p... de Mika LA ODIO!
    ¿cómo pudo hacerle eso? es una maldita!!! y encima lo "demanda" ash la odio, en serio, siempre las ex's tienen que ser así u.ú
    Bueno ya me voy antes de que siga muriendo aquí, y ganbare! :D

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