Por aquí les dejo algo~
Antes que todo, comienzo diciendo que tenia MESES con ese shot paralizado, pero gracias a los divinos
Espero que les guste y bueno, pronto pronto subo actualizo de Be with you ^^
Género: Lemon.
Pareja: Matsumiya.
Extensión: One Shot
*Nota: Este shot no tiene nada que ver con la canción "Naked" de Jun Matsumoto.
El eco de sus risas podía
escucharse en el pasillo, Jun acalló los labios de Nino con un dedo,
indicándole con la mirada que debían ser discretos y hacer silencio. El estar
allí debía de ser un completo secreto y el mayor no ayudaba en lo absoluto con
esa actitud.
- Jun, eres un aburrido…-
musitó Nino con una juguetona sonrisa- Si vinimos hasta acá fue para pasarla
bien mientras los demás hacen su trabajo- añadió tomándolo de la mano y
halándolo hacia él. Se encontraban en un cuartito apartado del estadio; se
suponía que debían de estar ensayando, pero mientras Ohno y Sho ayudaban a Aiba
con algunas partes de la coreografía de Welcome to our party que no se sabía,
ellos dos estaban divirtiéndose, o al menos, intentándolo.
- No es eso, es que… Debemos
ser discretos- el pelinegro le dedicó una sonrisa maliciosa antes de
acorralarlo contra la pared. Entre tantos ensayos y compromisos, él y su novio
no habían tenido tiempo ni para besarse siquiera; entonces por eso quería
aprovechar ese pequeño lapso de tiempo a solas.
- Perdona, pero es que me
causa un poco de gracia la situación- respondió el más bajo alzando un poco la
vista para encontrarse con aquellos penetrantes ojos marrones, Jun se mordió el
labio inferior, alzando una de sus perfectas cejas.
- ¿Entonces te resulto
gracioso?- musitó Jun en voz baja, recorriéndole con la mirada; Nino negó con
la cabeza lentamente, rodeando la cintura del más alto con sus brazos, para
atraerlo más hacia él- Y si la situación es tan chistosa, ¿por qué ya no estás
sonriendo?- susurró acercando su rostro hacia el de Nino
- Porque lo que tiene que
ver contigo es muy en serio…
Ambos acortaron la leve
distancia entre sus bocas, besándose con ansiedad, con la desesperación de dos
amantes que querían más y más del otro. Nino extrañaba aquellos besos
apasionados que sólo Jun sabia darle… Las manos del castaño se adentraron por
la camisa del menor, acariciando su espalda con lentitud, mientras ambos
continuaban devorando los labios del otro. Jun mordisqueó el labio inferior de
Nino y tiró suavemente de él antes de levantar su camiseta hasta el pecho,
descendiendo con sus cálidos labios hasta su cuello; causando que un jadeo se
escapara de la boca de su amante… El castaño entrecerró los ojos, mordiendo su
labio para acallar cualquier sonido de parte suyo, mientras sus manos
continuaban recorriendo cada centímetro de la piel de Jun con suavidad,
sintiéndolo estremecer bajo sus caricias.
Los cálidos labios de Jun
continuaban rozando incesantemente contra el cuello de Ninomiya, separándose
tan solo unos instantes para despojarle de la camiseta; se miraron a los ojos y
volvieron a tomar posesión de la boca del otro, desnudándose con rapidez,
arrojando al suelo las prendas de cada uno, e ignorando las voces a su
alrededor preguntando por su paradero.
- Jun… están…
buscándonos- susurró Nino con la voz
algo entrecortada
- ¿De verdad quieres irte?-
- No pero…- el mayor se
detuvo al sentir las caricias de Jun en torno a su erección. Su mano se
deslizaba con lentitud por su miembro, causándole un estremecimiento desde la
cabeza hasta la punta de los pies.
- ¿Pero?... ¿Quieres que me
detenga? Si eso quieres, puedo hacerlo…- susurró el pelinegro contra su oído,
con una sonrisa cargada de malicia, sabiendo perfectamente cuál sería la respuesta
de su novio
- Maldita sea J, no pares…-
murmuró entre dientes antes de volver a jadear, moviendo las caderas con
lentitud, deleitándose con sus caricias, sus besos, y sobre todo la adrenalina
que le añadía el miedo a ser descubiertos. Nino rodeó el cuello de su chico con
sus brazos, ahogando los gemidos contra sus labios, esbozando una leve sonrisa al escucharle
jadear por lo bajo. Su temperatura corporal se encontraba elevada, tanto que su
piel comenzaba a humedecerse por el sudor, al igual que la de él.
- ¿Han visto a MatsuJun por
aquí?- Nino abrió los ojos desmesuradamente al escuchar la voz de Sho, pasando
la lengua por sus labios; Jun solo puso un dedo sobre sus labios, indicándole
que hiciese el mayor silencio posible.
- No, creo que ha de estar
en su camerino- respondió una fina voz femenina, antes de escucharse los pasos
de ambos alejarse de allí.
- Es hora de irnos, te andan
buscando- susurró Ninomiya
- Irnos? Pero si fuiste tú
quien insistió en venir…- contestó Matsumoto con una sonrisa socarrona- Si nos
quedamos cinco minutos más aquí dentro no importará…
- Nos están esperando-
- Y yo no pienso dejarte
salir así- puntualizó el menor mirando el endurecido miembro de Nino- Tampoco
pretendo quedarme con las ganas.
- ¿Crees que podrás
obligarme a hacerlo aquí?
Y ahí se encontraba Nino,
apoyado contra la pared, conteniendo los gemidos sin éxito alguno. Jun estaba
detrás suyo, penetrándole con brusquedad, tomándole de las caderas con fuerza
mientras su erección entraba y salía con saña del interior de él.
Cerró los ojos, dejándose
llevar por aquella intensa sensación, Jun devoraba su cuello, mientras
continuaba propinándole sádicas embestidas, llenándolo con su grosor,
estremeciéndolo de puro placer. Nino mordió su labio inferior, llevando una mano
hasta el pelo del más alto, acariciándolo con sus dedos, enredándolos en su
espesa melena, sintiendo como latigazos de excitación recorrían todo su cuerpo.
Reconocía que era una completa estupidez el estar allí, pero al mismo tiempo le
importaba un bledo si eran descubiertos con tal de continuar ahogándose en
aquel mar de deliciosas sensaciones.
Jun salió de su cuerpo,
tomándole por los hombros y volviéndolo hacia él, capturando los labios del
mayor en un desenfrenado beso que los dejó a ambos sin aliento. Su lengua
penetraba en su boca, reclamándole, haciéndole ver que era completamente suyo.
Nino correspondía al beso con la misma intensidad, rodeando la cintura del
menor con sus piernas en cuanto éste lo dejó a la altura de su cintura;
ahogando un gemido en cuanto Jun volvió a estar dentro de él.
Tomó sus caderas con fuerza,
ayudándole a balancearse sobre él, emitiendo un suave gemido cada vez que la
dureza de Jun se enterraba en su cuerpo, sintiendo como su piel se erizaba por
aquella deliciosa intromisión, excitándose cada vez más al escuchar los débiles
gemidos del menor, el cual tenía los ojos cerrados y los hinchados y
enrojecidos labios entreabiertos, con una ligera capa de sudor en la frente.
Nino dejó escapar un jadeo al verlo… Era jodidamente hermoso.
Nino atrapó los jugosos
labios de Jun en un intenso beso que les robó el aliento a ambos, mientras
continuaba moviendo las caderas de arriba hacia abajo sobre él, mordiendo el
labio inferior del pelinegro al sentir su erección rozar contra su vientre. Se
encontraba excitadísimo y si continuaban de aquella manera no dudaría ni un
segundo en explotar. El menor pareció leerle el pensamiento y cortó el beso,
volviendo a apoyar la espalda de Nino contra la pared
- Tócate- pidió con firmeza
Y como si una fuerza
invisible le controlara, Nino llevó una mano hasta su sensible erección,
moviendo la mano con lentitud por toda la longitud de su miembro, arqueando la
espalda por la vorágine de placer que estremecía todo su cuerpo. En el exterior
se escuchaban voces, podía oír a los chicos preguntándose donde podrían estar,
y aquello no hacía más que incrementar su excitación. Un ronco gemido atravesó
su garganta en cuanto sintió una de las manos de Jun en torno a la suya,
moviéndola con brusquedad, al punto de hacerle daño, más él sabía que a Nino le
fascinaba que lo tratasen de aquella manera. A pesar de su apariencia delicada,
Kazunari era todo un masoquista en el sexo y mientras más agresivo y brusco
fuese con él, muchísimo mejor.
- J… Más despacio…- pidió el
mayor entre gimoteos, intentando apartar la mano de Jun de su erección,
moviendo las caderas con lentitud. Sentía que iba a morir de la excitación y en
cuanto el menor apretó más su endurecido falo, supo que era totalmente cierto.
Volvieron a unir sus bocas
en un húmedo beso, entrelazando sus lenguas en una sensual danza, causando que
la piel de Nino se erizara desde la cabeza a los pies, ambos acompasando sus
movimientos en una perfecta sincronía que los llevaría a alcanzar el éxtasis.
Jun se enterraba en su cuerpo con las ansias de un amante desesperado, Nino,
por el contrario se aferraba a él con la mano libre, mientras con la otra
continuaba masturbando su endurecido pene, el cual estaba humedecido por el
presemen. Jun mordió el labio inferior del mayor con fuerza, soltando su
erección y tomándolo por las caderas, haciéndole balancearse con más rapidez,
olvidándose por un momento de en donde se encontraban, sólo dejándose llevar
por aquellas arrolladoras sensaciones.
Nino cerró los ojos, curvando
los labios en una débil sonrisa, la cual se vio intercambiada por una completa
expresión de placer. Deshaciéndose en gemidos, arqueó la espalda y dejó escapar
un gemido cargado de placer mientras llenaba el vientre de Jun con su cálida
esencia. El menor, al verle, continuó regalándole sádicas estocadas, apretando
sus muslos con fuerza y enterró el rostro en el cuello del mayor,
mordisqueándole la sensibilizada piel para contener los gemidos de aquél
arrebatador orgasmo que lo dejó sin fuerzas.
Tuvo que sostenerse de la
pared con ambas manos, haciendo todo un esfuerzo sobrehumano para mantenerse en
pie y evitar que ambos se dieran contra el suelo. Nino intentaba controlar su
agitada respiración, la cual hacia que su pecho bajase y subiese con rapidez; llevó
una mano hasta el pelo de Jun, acariciándolo con suavidad. Tratando de ocultar
la tonta sonrisa que se había instalado en sus labios al ver que su fantasía se
había hecho realidad.
- ¿En dónde estabas metido?-
le reprimió Sho en cuanto Nino llegó al escenario, dedicándole una mirada
reprobadora
- Estaba por ahí, perdido
con la DS- dijo alzando la consola con la mano izquierda y esbozando una
sonrisa cargada de ternura
- Por lo menos debiste
avisar, tú y MatsuJun se pierden y no dicen nada siquiera. Este se fue con los
miembros del staff y tú te largas a jugar por ahí- continuó despotricando el
pelinegro
- Ya, ya, Sho-chan, tampoco
es para tanto. Nos quedaremos todo el día aquí, por lo que ese ratito que me desaparecí,
va a quedar eclipsado ante todo el trabajo que haré, te lo prometo- Aiba sonrió
al escucharle y levantó un pulgar en signo de aprobación.
- Supongo que tienes razón,
además, el que suele enloquecerse por esas cosas es MatsuJun y él está
tranquilo. Así que supongo que todo está bien- contestó Sho, sonriendo también.
Jun dejó de hablar con un miembro del staff y le dirigió una mirada traviesa a
Ninomiya, negando lentamente con la cabeza; Nino, por el contrario, sólo se
limitó a sonreír y a encogerse de hombros, antes de romper el contacto visual
con el más alto para concentrarse en el trabajo, aunque el recuerdo de lo que
habían hecho en aquel cuartito tras bastidores, le perseguiría todo el día.
kyaaaaaaah!! sdfbsjbda OMG!! MATSUMIYA!!! LOS AMOO!! ♥0♥ X________X
ResponderEliminarel amor estos dos es inmenso y estar haciendo
travesuras en los ensayos es muy excitante *¬*
mi kazu empezo con diversion pero ya q calienta a mi jun quiere parar como se atreve hacer eso o.ó pero admito q fue muy divertido XD jajajajaj
oh mi jun omg! ya con solo morderse el labio ya estaba hiperventilando sgfshgdas X_x
ME ENCANTO! ya q gracias a este shot logre sali de mi estado de emo *corre en circulos* jajaja
Gracias!!! iza♥ *0*
Entonces Nino es todo un masoquista!! XD eso me mató, no lo pensé nunca! Y eso de hacerlo en un lugar donde podrían haberlos descubierto, que locos soon, pero todo sea por dar rienda suelta a su amor desenfrenado! Kyaaaaaaaaaaaa!!!
ResponderEliminarWoooooooW
ResponderEliminarQue genial que lo hayan hecho en ese pequeño cuarto... ajshsgsjah
Nino es un traviesillo ... ahhhh pero el Juncito es un coquetooon... no iba dejar las cosas asi. Y le dio sus buenas sacudidas a Ninomiya!!
Lo ame! De verdad un lemon puurfecto!
WoooooooW
ResponderEliminarQue genial que lo hayan hecho en ese pequeño cuarto... ajshsgsjah
Nino es un traviesillo ... ahhhh pero el Juncito es un coquetooon... no iba dejar las cosas asi. Y le dio sus buenas sacudidas a Ninomiya!!
Lo ame! De verdad un lemon puurfecto!