Finalmente el capítulo 2 *suenan aplausos*
Este cap contiene lemon (sí, es que a la muy hentai le fascina eso!), espero que no se lo encuentren raro, que apenas comienza la fic y ya hay "acción" xD, y también veremos si el presentimiento de Nino es solo eso, o si es una advertencia. Bueno, creo que a ustedes no les importa leer mis bakadas xD
Sin más, les dejo el capítulo. Que lo disfruten :3
No me entusiasmaba la idea de tener otro año más de vida, no me agradaba el hecho de hacerme más mayor. No me gustaba el hecho de cumplir "17 otra vez" como todos decían. Simplemente no, detestaba mi cumpleaños y esta vez más; no sabía porqué tenía algo dentro que me decía que algo malo pasaría mañana, lo único que quería hacer era esconderme del mundo por el día de mañana. Eso me haría enormemente feliz.
Los chicos y Jun estaban ilusionados con la idea de celebrar mi fiesta, habían alquilado un club privado. Una de los clubes nocturnos más concurridos y famosos de Shibuya, todo para armar tremenda fiesta con amigos y conocidos, en honor a mí.
Era lindo que se tomaran tantas molestias por mí, pero al mismo tiempo no me gustaba aquello, y esperaba que no se salieran las cosas de control, ya que en donde están los chicos y hay bebida de por medio, cualquier cosa puede pasar.
- Y esa mala cara... ¿Sucede algo?- negué con la cabeza
- Solo estoy un poco asustado, no quisiera que se vuelvan locos mañana. No es el fin del mundo, solo es mi cumpleaños...- me encogí de hombros
- Ya deja la humildad. Tu cumpleaños es importante, al menos para mí lo es. Fue el día que mi novio llegó al mundo, ¿no crees que es un motivo para celebrar?
- Si, pero no- sonreí y me acomodé la camiseta, Jun me miró con una ceja alzada
- ¿Estás preocupado por algo?-
- A sinceridad...- suspiré- sí. Jun, no quiero que en mi fiesta consumas "eso"- agregué inclinando el rostro
- Que aburrido eres Nino. Pero como es tu día, prometo no hacerlo- levantó la mano derecha y me sonrió
- No soy aburrido, sólo quiero evitar cosas feas... No se que pasa, pero tengo un mal presentimiento y si eso no está en medio, me sentiré más tranquilo- comenté
- Comprendo, pero sabes que eso solo es para divertirse...- Jun tomó una de mis manos y suspiró- y que lo hago de vez en cuando.
- Lo se, pero no quiero que lo uses mañana- "ni mañana, ni nunca más", dije para mis adentros- detesto que fumes porros...
Sí, algunas veces Jun consumía marihuana solo por "diversión", diversión que a mí no me agradaba; pues me parecía dañino. El no era adicto, por suerte, pero corría el peligro de ser descubierto y si eso pasaba, significaría algo terrible no solamente para él, sino también para el futuro de Arashi; y el hecho de dar esa fiesta por todo lo alto, implicaría que habrían paparazzis de la prensa amarillista locos por entrar y si veían a Jun consumiendo ese tipo de cosas, sería nuestro final.
- Oye... ¿Nino?- pestañeé varias veces y sonreí; Jun me miraba con curiosidad- Por favor, ya deja la preocupación... Todo será como tu lo desees, pues dentro de unos minutos, es tu día- acarició una de mis mejillas con suavidad antes de besarme con lentitud.
Correspondí a su beso de igual manera, llevando una mano hasta su corta cabellera y acariciándole con los dedos; dejándome llevar por la deliciosa sensación de sus labios rozando contra los míos, de su lengua enredándose con la mía y mi aliento mezclarse con el suyo. Lentamente me recosté en el sillón, haciendo que Jun quedase encima mío, sin separar aun nuestras bocas.
Mordí su labio inferior y suspiré, Jun dejó mis labios para comenzar a besar mi cuello, haciéndome estremecer al sentir su lengua rozar con mi piel. Sabía que esto terminaría en la cama y en verdad no quería detenerle; teníamos un tiempo sin hacer el amor y ya extrañaba sentir aquellas cosas. El sentir su cercanía, su calor, oírle gemir mi nombre mientras me embestía... Simplemente lo echaba muchísimo de menos.
Le ayudé a quitarle la camisa a cuadros roja y contemplé su pecho al descubierto, sintiendo la tentación de acariciar su pálida y perfecta piel, besarle hasta dejarle marcas y que todos supiesen que era solo mío. Sonreí con malicia y pasé un dedo por su pecho, acariciando su plano estómago y su ombligo... Mi temperatura corporal incrementaba agigantadamente tan solo por aquella simple caricia, y solo bastaba ver la cara de mi novio para saber que él se encontraba igual que yo. Jun atrapó mi muñeca en cuanto mi mano iba descendiendo por su vientre, mirándome con una ceja alzada
- ¿Qué pretendes hacer?- preguntó en voz baja
- Creo que no tengo que decírtelo, lo sabes J...- susurré antes de besarle apasionadamente en los labios, él me correspondió de igual manera, levantando poco a poco mi camiseta y acariciando mi abdomen con las yemas de los dedos; dejé escapar un débil jadeo contra sus labios y él sonrió, totalmente complacido al verme tan sensible.
- No tienes que decirlo, pues yo también quiero hacerlo- se puso de pie y me ofreció su mano; la acepté y le imité, mientras ambos nos dirigiamos al dormitorio sin decir palabra alguna. En cuanto entramos, Jun cerró la puerta y me tomó en sus brazos, volviendo a unir nuestras bocas en un ardiente beso, nuestras lenguas se entrelazaban entre sí, provocando que una y mil sensaciones se arremolinaran en mi interior y se concentraran en mi entrepierna, que a cada momento algo iba cobrando vida y endureciéndose cada vez más. Lentamente, entre besos, caricias y algún que otro jadeo, terminamos por quitarnos la ropa, quedándonos completamente desnudos; me encontraba encima de Jun, acariciando su endurecido miembro con lentitud mientras lamía uno de sus pequeños y rosados pezones, suspiré al sentirle endurecer en mi boca y lo mordisqueé suavemente, haciendo que mi novio dejase escapar un gemido.
Sonreí con malicia y comencé a descender por su vientre, rozando mis labios por todo el contorno de su piel, deteniéndome justamente en su entrepierna, sin pensármelo dos veces, me introduje el sexo de Jun en la boca, succionándole con un poco de rapidez; él contuvo un jadeo y se apoyó sobre sus codos para poder verme mientras continuaba dedicándole atención a su miembro. Llevé una mano hasta la base, masturbándole sin dejar de lamer la punta... Mi novio gimió un poco más alto, excitándome más al escucharle de aquella manera. Me encontraba muy caliente, estaba duro hasta el punto de sentir dolor, de mi sexo emanaba líquido pre-seminal y con la mano izquierda, empecé a masturbarme, sin dejar de causarle más placer a Jun... Me fascinaba verle tan excitado, me ponía mal escuchar sus agudos gemidos; movía las caderas con rapidez, introduciendo más su pene en mi boca. En la habitación solo se escuchaba el sonido de su respiración agitada y sus gemidos, mezclándose con el sucio sonido de mis succiones, sonidos que me llevarían al punto de la locura. Jun me apartó con brusquedad, tomándome de un brazo con fuerza y haciéndome mirarle a los ojos
- ¿Pasa algo?- pregunté agitado
- Que ya es suficiente Nino, si sigues voy a correrme y no quiero hacerlo precisamente en esa hermosa boquita- ambos sonreímos y rompí la distancia entre nosotros, volviendo a besar esos perfectos labios. Jun me tomó por la cintura, acomodándome de espaldas en la cama y quedando el sobre mí esta vez. Sin dejar de besarnos, sentí como acariciaba la punta de mi sexo, usando mis fluidos como lubricante y me penetró con un dedo. Me estremecí e intenté sonreír en el beso, moviendo las caderas lentamente... No pude evitar gemir en cuanto penetró con el segundo dedo, moviéndolos en forma circular, adentrándose más en mi interior. Arqueé la espalda y dejé escapar otro jadeo que cayó en su boca, me encontraba más que listo y quería sentirle dentro de mí
- Jun... Por favor...- rogué en un susurro
- De acuerdo, no me gusta ver a mi chiquitín rogar- Jun retiró los dedos de mi entrada y se acomodó entre mis piernas, dejando éstas alrededor de su cintura. Tomó mis manos y entrelazó sus dedos con los míos, miró hacia el reloj de la mesilla y sonrió- ¿Sabes? Ya son las doce...- suspiré al sentir la punta de su dureza contra mi entrada- Feliz... cumpleaños... Nino- susurró mientras me penetraba. Ambos gemimos al unísono y yo arqueé la espalda nuevamente, apretando sus manos al sentirle por completo.
Y las salvajes embestidas no se hicieron esperar, pues ambos deseábamos aquello, ¿así que para qué andarse con cosas suaves? Jun era todo un sádico en la cama y a mi me fascinaba que me lo hiciese así...
Movía las caderas al ritmo que él marcaba, llevó sus manos hasta mis caderas, apretándolas con fuerza mientras me regalaba sádicas estocadas, clavándose cada vez más en mi interior, mis gemidos eran cada vez más altos y constantes, él lucía sudado y jadeante, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, conteniendo algunos gemidos. A diferencia suya, yo no podía contenerme, además sabía que a él le fascinaba escucharme de aquella manera. Rodeé su cuello con mis brazos, acercándole más a mi... En cuanto su mano rodeó mi sexo, me sentí perdido, tenía la vista nublada y estaba a punto de estallar, el placer se había apoderado de mi y lo único que podía hacer era gemir y disfrutar. La mano de Jun se movía con rapidez a lo largo de mi erección, causándome una deliciosa descarga de puro placer, si continuaba así, iba a terminar ya mismo.
Me aferré a su cuerpo con mas fuerza, gimiendo desaforadamente una y otra vez, mi chico se dejó llevar y también podía escuchar sus gemidos llenos de placer. Ambos habíamos perdido el control y no era para menos, siempre que hacíamos el amor, era igual de intenso y apasionado. Gemí por última vez, sintiendo como mis fluidos empapaban su mano y nuestros vientres, dejando escapar otro jadeo en cuanto Jun derramó toda su esencia dentro de mí; suspiré y nos dimos otro beso en los labios, aun jadeando por los espasmos.
- Si este fue mi regalo de cumpleaños, sin duda, será muy, pero muy feliz...- comenté después de haber recuperado el aire
- Apenas fue tu primer regalo. Se cuanto te gusta esto, pero no podría ser lo único que yo te diera, señorito Pervertido- contestó mi novio con una leve sonrisa
- Para mí, cosas como estas, momentos como estos...- me acomodé en la cama, quedándo frente a él y entrelazando mis dedos con los suyos- son más que cualquier regalo material...
- Es cierto. Pero, ya te compré tu regalo- Jun puso los ojos en blanco y esbozó una sonrisa. Le imité y comencé a darle suaves besos en las mejillas.
- Te amo idiota- susurré, sabiendo que ni porque fuese mi cumpleaños él me diría ese "Yo también te amo" que tanto quería escuchar.
Mi madre fue la primera en llamar, lo hizo bastante temprano en la mañana, por lo que no me dejó dormir, ya que Jun y yo nos dormimos muy tarde. Luego, todos mis amigos, conocidos y hasta gente que ni sabía de su existencia me llamaron para felicitarme; obviamente, los chicos no fueron la excepción, pero dijeron que nos veríamos hoy en la noche.
En cuanto me levanté de la cama, fui hasta la cocina, esperando encontrarme con mi novio por los alrededores, más no había nadie. Sobre la encimera descansaba una nota, con su peculiar caligrafía en la cual decía:
"Tuve que salir a arreglar los últimos detalles para tu fiesta, seguramente estaré de vuelta antes de que despiertes; no tardaré.
Jun."
- Ya tardaste amor...- susurré con una leve sonrisa.
Decidí aprovechar el tiempo y prepararme algo ligero para desayunar, darme una ducha y salir a comprarme algo de vestir para esta noche, pues, por el hecho de que no me causara gracia aquella fiesta, no por ello iba a ir mal vestido y mucho menos en compañía de Jun.
Y ahí estaba yo, con la correspondiente ropa de "camuflaje", para que no supiesen quien era y causase algún estrépito. Finalmente, encontré algunas prendas que me gustaron, las compré; también compré camisetas para mi novio y finalmente, me senté tranquilamente a comérme un helado antes de partir.
Mientras me encontraba absorto y feliz, de repente vi una figura detenerse justo en frente a mi mesa. Alcé la vista y contuve hacer una mueca de desagrado al encontrarme con mi ex... ¿Qué demonios hacía Mika allí? ¿O mejor dicho... Qué demonios hacía Mika en mi mesa?
- Ninomiya-kun... Tiempo sin vernos, ¿no?- sonrió y se sentó frente a mí, agitando su larga cabellera marrón.
- Lo mismo digo, Mika-san...- murmuré entre dientes, sin quitarme siquiera los lentes de sol
- Pero deja las formalidades conmigo Nino, sabes que a pesar de todo, aun seguimos siendo amigos y que no tengo nada de resentimiento hacia tí- volvió a sonreír- Por cierto; feliz cumpleaños...
- Gracias Mika- suspiré pesadamente. ¿Por qué tenía que encontrarme con ella?
- No creas que lo he olvidé. Aunque el regalo es probable que...
- Mika- le interrumpí- No hace falta, en serio.
- Te ha cambiado bastante tu noviecito, ¿eh?-
- No vamos a tocar ese tema de nuevo- me puse de pie y tomé mis bolsas, haciendo ella lo mismo también
- Nino, no se porque demonios insistes en estar pegado de Jun... Ese tipo no te conviene para nada, sólo quiere utilizarte para tener sexo y en cuanto se canse de tí, te va a dejar o a meterte en un problema- se quitó los lentes de sol y me señaló acusadoramente con un dedo- Que conste que te lo advertí...
- Mika, puedes tomar todas tus advertencias y hacer lo que se te venga en gana con ellas. Lo que te duele es que Jun no estuvo contigo y me prefirió a mi a pesar de ser un hombre... Y que sea la última vez que te refieras a él de esa manera- comenté antes de alejarme lentamente de ella
- Ya veremos si continuará eligiéndote cuando protagonicen algún escándalo...- escuché que decía a mis espaldas; más decidí ignorarle, no iba a comenzar a discutir con Mika en un lugar público, porque sabía que aquello era exactamente lo que quería y no iba a darle el gusto.
Las palabras de Mika no iban a afectarme en lo absoluto, el mal presentimiento de días anteriores había regresado y aquello tampoco iba a arruinar mi noche. Después de todo, era mi cumpleaños y lo pasaría con mis seres queridos; y se supone que de eso se trataba.
Llegué solo al club, para disimular; Jun y los demás se encontraban dentro esperando por mí. Llevaba unos jeans negros ajustados, camiseta blanca con estampado a rayas en negro y una chaqueta blanca, con rayas negras, las cuales formaban la bandera de Inglaterra. Con una sonrisa nerviosa, le entregué las llaves del auto al vallet y entré al un tanto abarrotado lugar.
Abrazos, sonrisas, muchos buenos deseos y muchas felicitaciones, comenzaron a llover, literalmente, sobre mí. Me encontré allí con muchas personas conocidas, algunos amigos actores, otros cantantes, nuestros superiores y finalmente, pude ver a los chicos.
- ¡Ninomi~! ¡Te estás haciendo mayor!- canturreó Sho mientras me abrazaba con fuerza.
- Pero siempre pareceré de 17- contesté con una sonrisa.
- ¡Feliz cumpleaños Nino!- sonreí al sentir el abrazo fuerte de Ohno, quien a pesar de no ser tan hablador, era una de las mejores personas que he conocido. Aiba, quien también se hayaba allí, nos abrazó a mi y a Riida, con una estrepitosa carcajada que logré escuchar a pesar del volumen de la música.
- Te deso lo mejor Ninomiya-kun...- sonreí y Aiba me imitó
- Ya lo tengo, créeme. Los tengo a ustedes- dije con la voz teñida de emoción
- Para, que me vas a hacer llorar, y quien tiene que llorar aquí eres tú- contestó Sho, quien nos miraba sonriente
- Vale...- suspiré resignado- ¿dónde está Jun?
- Detrás tuyo-
Me volví hacia él y me quedé sin respiración al verle... Llevaba unos pantalones de vestir en color negro, ajustados a la cadera y una camisa púrpura, con dos botones abiertos, mostrando un poco de su pecho, el pelo peinado a los lados y tenía el flequillo peinado hacia atrás, haciendo un pequeño copete. Sabía que se había peinado así por mí, pues me encantaba verle así.
Jun sonrió y me tomó en sus brazos, estrechándome con fuerza. Rodeé su cuello con mis brazos, embriagándome con su aroma, tan masculina, tan como él...
- Feliz cumpleaños... Otra vez- me susurró al oído y me dio un suave beso en la mejilla antes de alejarse de mí
- Gracias J, esto...- miré todo el lugar y puse los ojos en blanco- quedó espectacular.
- Y eso que aún no has comenzado a divertirte... ¡Pero eso es justamente lo que haremos ahora!- exclamó Aiba tomándome de la mano y llevándome a la pista de baile, en donde ya habían muchas personas agitándose al ritmo de un trance. Por más que quisiera pasarme el resto de la noche bailando y disfrutando solo con Jun, no podía, pues podrían sospechar de nuestro acercamiento, y por eso Aiba lo había hecho.
A pesar de que no pude estar tanto con Jun como quería, la estaba pasando genial, me encontraba bailando con una amiga de Sho. Se llamaba Ai, había estudiado con él en la universidad y se llevaban bastante bien; había tomado lo suficiente como para encontrarme de buen humor, más no quería embriagarme, lo que justamente estaban haciendo Sho y Aiba en este momento.
Miré hacia atrás en un acto reflejo y no vi a Jun en el asiento, tampoco lo vi en la pista de baile; no es que estuviese con miedo a que hiciera algo malo, pero el no verle me inquietaba un poco. Al terminar de bailar con Ai, la devolví a su asiento y fui en busca de mi novio.
Decidí ir antes a los aseos para luego buscarle, y aprovechar también para ver si se encontraba allí... En efecto, ahí me encontré a Jun, estaba lavándose las manos y sonrió al verme
- ¿Cómo la esta pasando el cumpleañero más... kawaii de todo Japón?
- Genial, de no ser porque me dejaron un poco tirado- contesté yendo hacia el retrete. Jun dejó escapar una risilla
- No te enojes, solamente te dejé compartir con los demás... No soy tan egoísta después de todo- volvió a reír. Un momento; mi novio no era tan risueño a no ser que...
- Jun, maldita sea, ¿estás fumando esa porquería verdad?- inquirí al terminar, subiéndome el cierre de los pantalones
- Solo fue un poquitín- dijo mostrándome el dedo índice y el mayor- ¡tampoco es para tanto Ninomi!
- Me lo prometiste, ¡me dijiste que hoy no consumirías eso porque era mi día!- espeté caminando hacia los lavamanos y abriendo el grifo
- A ver, son las- miró su reloj de pulsera- dos de la mañana del 18 de junio, así que ya tu cumpleaños pasó- volvió a reír. Apreté los dientes, y me lavé las manos, conteniendo las ganas de golpearle
- De acuerdo, entonces como ya pasó mi cumpleaños, me largo de aquí, disfruten ustedes- cerré el grifo con rabia y me disponía a salir del baño, cuando Jun me tomó con fuerza del brazo
- No te vayas, es tu fiesta...
- Me hiciste una promesa Jun, la rompiste- suspiré profundamente
- ¿Lo siento, si? De verdad, perdón Nino- ambos nos miramos a los ojos por unos instantes y puse los ojos en blanco
- ¿Tienes más ahí?- pregunté en voz baja
- Sí, pero ya mismo me deshago de ella- Jun se sacó una pequeña bolsa de uno de los bolsillos de su pantalón
- No quiero que te vuelvas adicto a esa cosa, en serio, te hace mucho mal, pero al parecer no quieres entenderlo- comenté mirando sus hermosos ojos café. Jun soltó mi brazo y se acercó a mi por completo, rompiendo la distancia entre nosotros. Miró disimuladamente a todos lados antes de morder suavemente mi labio inferior
- A lo único que soy adicto, es a tus besos, a tus caricias...- sentí una de sus manos en mi nuca, acariciando mi cabello con delicadeza. Entreabrí los labios y cerré los ojos, totalmente rendido ante él- a lo único que soy adicto, es... a ti- agregó, rozando su boca contra la mía.
Moría por besarlo, me sentía tentado, ¿y cómo no querer hacerlo después de aquellas palabras?
Me olvidé de donde estábamos y me puse un poco de puntitas, uniendo mis labios con los suyos en un acalorado beso, Jun me correspondió con la misma intensidad, dejándome atrapado entre su cuerpo y el lavamanos. Succionó mi lengua en cuanto la sintió dentro de su cavidad, haciéndome jadear sin poder controlarlo.
- Jun... Paremos...- susurré sin aliento- podría venir alguien y ya sabes...
- De acuerdo- curvó sus labios en una sonrisa burlona al verme tan alterado tan solo por un beso- pero en mi casa terminamos esto...- se alejó de mi y se miró al espejo, guiñándome un ojo a través de el antes de salir del lugar, dejándome acalorado, jadeante y sonrojado a más no poder. Me miré en el espejo y acaricié mis labios, recordando lo vivido segundos antes con Jun.
- Como te amo, baka...- dije para mi mismo con una sonrisa
OMG!!! sdjfhsjf X___x
ResponderEliminarcasi se me sale el corazon en el ultimo
beso,ya que lo disfrutaba mucho pero a la vez pense que alguien los iba a ver >.<
si yo igual te amo jun e igual soy adicta a matsumiya <33
el lemon estubo delicioso *¬* me encanto ya que igual soy una hentai asi q ntp por eso iza jajaja
no quiero que jun se vuelva adicto NO!! espero que ahi quede lo de la marihuana >.<
maldita mika como se atreve assh solo unas lineas y ya la odio o.ó jeje
no vale asi como nino se quedo con ganas de mas asi me quede yo :P
Me encato el cap espero la conti. con ansias ^0^
Ganbatte iza!
No fuiste la única que murió con ese beso... Yo después de releerlo, casi me da un infarto; y es que quién se resiste a Jun y más después de aquellas palabras?
EliminarMe alegra que también seas una hentai, porque encontrarás mucho lemon por acá! (Es que desde que me imagino a Jun cerca de Nino, imágenes perversas llegan a mi cabecita y es imposible no escribirlas)
Ay Mika... Créeme, la odiarás aun más, en serio es una @#$%! xDD
Me alegra mucho que te haya gustado Kana-chan, arigatou :B