Género: Shonen ai.
Pareja: Sakumiya.
Extensión: One shot (?)
El sólo tenerle cerca de mí
era una tentación.
Me era totalmente imposible
ignorar el cúmulo de emociones que se entremezclaban dentro mío cuando le
miraba a los ojos. No podía dejar de imaginarme cómo se sentiría el tacto de
sus manos sobre mi piel, cómo sería el sabor de sus labios, sentir su sólido
cuerpo sobre el mío. Cómo me sentiría entre sus brazos…
- Ninomiya-kun… ¿estás
escuchándome?- el sonido de su voz me hizo regresar a la realidad. Alcé la
vista del libro que fingía leer y me encontré con sus ojos castaños, que me
miraban con un brillo de diversión.
- ¿Eh?- alcé una ceja,
totalmente desorientado, negando con la cabeza segundos después. El aludido
esbozó una despreocupada sonrisa ante mi respuesta.
- Lo supuse, deberías de
poner un poco más de atención, si no apruebas el examen para ingresar a la
universidad me sentiré culpable- musitó en voz baja, sin dejar de mirarme a los
ojos- Necesitas concentrarte, Ninomiya-kun.
-
¿¡Pero cómo demonios puedo concentrarme, si la persona con la que no dejo de
fantasear un segundo eres tú!?- Exclamé en mis adentros,
adoptando una expresión seria, haciéndole ver que si me importaba lo que me
decía.
- Estoy poniéndote
atención, senpai… fue sólo en este momento en el que me puse a pensar
tonterías- murmuré sintiéndome avergonzado a más no poder, no me gustaba que me
llamasen a la atención y muchísimo menos él. Si tan sólo supiera que él era la
única razón por la que a veces me distraía mientras me ayudaba con las clases.
Se encontraba en su último
año de la universidad, y se había ofrecido diligentemente a darme algunas
clases particulares, para poder aprobar el examen de admisión en primavera,
desde que lo había conocido en el colegio, siempre me había gustado, pero
ahora, al verlo casi a diario, mis sentimientos por él habían incrementado de
una manera impresionante. Se podía decir que me encontraba loco por él y no
había nada que pudiese hacer para detener aquello.
- Da igual, de todas
maneras puedo volver a explicarte este procedimiento de nuevo. No sé si esto
podría salirte en el examen, pero nunca está de más saber un poco de matemática
financiera, ¿no?- inquirió con una sonrisa que me derritió hasta los huesos.
Asentí con lentitud, temeroso de que mis nervios me delatasen; incliné el
rostro, volviéndole a prestar atención al libro que tenía frente a mí, del cual
no había leído más de la primera línea una y otra vez sin poder concentrarme.
- Arigatou, senpai…- musité
quedamente, esbozando una tímida sonrisa. Él se sentó a mi lado, y se quedó
mirándome por unos segundos antes de volver a hablar
- ¿Por qué te encuentras
tan nervioso?
- No lo estoy- contradije,
tratando de sonar con convicción.
- Ya claro, y yo soy
sobrino de Lady Gaga- sonreí al escucharle, negando con la cabeza nuevamente.
- Por supuesto que no lo
eres, pero yo de verdad, no estoy nervioso…- me detuve al ver como mi superior
se acercaba más a mí, demasiado cerca, para ser sincero.
- ¿Y ahora? ¿No lo estás?- inquirió
en un tono de voz muy bajo, lo suficientemente bajo como para que sólo yo lo
escuchara, aunque no hacía falta, pues nos encontrábamos solos en la sala de su
pequeño apartamento. Me quedé en silencio, sentí como se me secaban los labios
y el corazón me golpeaba con fuerza en el pecho, totalmente confuso, sin saber
qué hacer- Formulo la pregunta nuevamente; ¿soy yo quién te pone nervioso?
- Estás demasiado cerca de mí,
¿cómo no estarlo?
- ¿Entonces te afecta mi
cercanía?- su tibio aliento chocaba contra mis labios, incitándome a disminuir
la casi inexistente distancia entre nuestras bocas y besarlo como tantas veces
había deseado- Puedo ayudarte a desaparecer esos nervios, si me lo permites,
por supuesto…
- Si sabes cómo, entonces
hazlo ya- susurré, con el corazón latiéndome alborotadamente, deseando,
queriendo que lo hiciera ya de una maldita vez.
Entonces lo hizo.
Su boca se unió con la mía
con lentitud, sus labios se movían con delicadeza sobre los míos, haciendo que
mis sentidos comenzasen a fallar. El mundo y todo lo demás se había detenido y
solamente existíamos nosotros dos mientras nuestros labios se fundían en aquel
maravilloso e inesperado beso.
Retiró el libro que
descansaba en mi regazo y comenzó a acariciar mis piernas por encima de la tela
de los pantalones, haciéndome suspirar de puro gusto. Me abrí paso entre sus
carnosos labios, adentrando mi lengua en su cavidad, recorriendo cada milímetro
de ésta con lentitud, tomándome mi tiempo para conocerle antes de rozarla finalmente
con la suya, sintiendo como una corriente eléctrica se apoderaba de mi espina
dorsal.
Llevé mis manos hasta sus
mejillas, sosteniendo su rostro para evitar que se alejase de mi siquiera un
segundo. No quería detenerme, quería seguir embriagándome con el delicioso
sabor de sus labios y el roce de su lengua. Un jadeo se escapó de mi boca,
cayendo en la suya, haciendo que ascendiera sus manos hasta mi cintura, tomando
la tela de mi camisa con fuerza mientras tiraba de mi labio inferior con los
dientes antes de separarnos para buscar un poco de oxígeno.
- ¿Aun continuas nervioso?-
preguntó uniendo su frente a la mía, ambos respirando con irregularidad.
- Definitivamente, después
de esto, no lo estoy…- susurré con un ligero ardor en las mejillas.
- Prometo que cada vez que
te sientas así, voy a ayudarte…- respondió volviendo a sonreír
- Entonces siempre estaré
nervioso- sentencié finalmente para unir nuestros labios nuevamente.
Definitivamente, las matemáticas financieras podían esperar.
aaw que bonito mi sakumiya
ResponderEliminarpero el tener un sensei que te quite
los nervios de tal manera es la fortuna que
uno quisiera tener ♥0♥
Gracias! iza^^
Nooooooooooooo ps que gandalla el bebo! XD
ResponderEliminarpero por eso lo amo! ^^b
Pero mira tú que modo tan INFALIBLE de acabar con los nervios, tan amable y acomedido el Bebo jejejejeje pobre Nins, se lo trollearon y ni cuenta se dio ajajajajajaja aunque claro, al final, como siempre, no podía dejar pasar la oportunidad de sacar ventaja ^^b por eso te amo enano del mal! :D
me encanta cuando plasman este tipo de momentos Sakumiya >////<
entre estos y mis momentos favoritos del Matsumiya, Nino es el relleno perfecto del pan que forma el Sakumoto :3
Me gustó mucho la historia ^^b
pobre Ninocchi~
él diario controlándose y el Bebo que de buenas a primeras solo se dejó llevar jjajajajajajajaja definitivamente lo apruebo! *los encierra con llave*