domingo, 27 de enero de 2013

Hotondo Kanpeki


Género: Shonen ai.
Parejas: Matsumiya, un poco de Ohmiya.
Extensión: Drabble.




Amaba como sus labios se curvaban al sonreír, como sus ojos brillaban y como se cubría la boca con ambas manos; si tan sólo supiera que ese simple gesto me hacía enamorarme aún más de él...

- ¡Es que de verdad, no tenía ni idea de cómo encender esa cosa!- exclamó entre risas; asentí al escucharle. Él no sabía mucho de artefactos de cocina, en eso era un completo cero a la izquierda, pero eso no me importaba, el no saber cocinar no le quitaba lo hermoso.
- Si claro, lo que pasa es que sólo sabes encender tu DS, el televisor y tus consolas de juego- murmuró uno de sus amigos, haciéndole reír nuevamente.

Me fascinaba verle reír, se veía tan despreocupado, tan feliz, tan él…


Me había enamorado de él desde que lo vi en secundaria, y no ha cambiado mucho desde entonces, ahora llevaba el pelo un poco más largo, de color negro. Usaba lentes y se había convertido en un amante de los videojuegos, de hecho, iba con su DS a todas partes, sin importarle la burla o el regaño de sus amigos.

Era casi perfecto…

Le encantaban los animales, escuchar los problemas de los demás, era de asistir poco a fiestas y casi no solía tomar. Prefería las veladas tranquilas y el estar  en su casa.
Era muy apegado a su familia, sobretodo, de su madre, y aunque no lo admitiese, sabía que le fascinaba que ella le tratase como un bebé. Era mimado, un poco caprichoso en ocasiones, bromista y un eterno niño.

Y yo le amaba.

Lo amaba como a nadie, sería capaz de dar mis pulmones por él, me enfrentaría con quien sea todo por verle feliz, me sentía el ser más afortunado del mundo cuando me sonreía, cuando estaba cerca suyo, cuando le escuchaba reír…

- Oye... Necesito el libro de Bioquímica… ¿Podrías dármelo en vez de estar sonriendo como imbécil mientras miras a no se quién?- aquella voz me sacó de mi observación. Asentí con rapidez antes de ir hasta las estanterías, buscar el dichoso libro y entregándoselo al chico de mala gana.

En ese momento, vi que Nino me miraba desde la mesa, esbozando una sonrisa antes de centrar la atención a sus compañeros de estudio, tomando con disimulo la mano de su novio.

- ¡Y tu escuchas como se burlan de mí y no me defiendes!- exclamó con una sonrisa
- Lo siento, pero es que sabes que eres así…- contestó el pelinegro mirándole con diversión- además, no me molesta para nada que lo seas-


El único defecto en Nino, tenía nombre y apellido; Matsumoto Jun, su pareja desde hacía alrededor de dos años, y yo era el amiguito “gracioso”, el rarito bibliotecario obsesionado con la pesca, al que saludaba algunas veces al pasar por su lado. Era conocido por sus amigos, pero no aceptado en el grupo. Así fue en el colegio, y en la universidad no sería la excepción.

Apoyé la barbilla en una de mis manos, mirándole con disimulo; sabiendo que él nunca seria para mí, pero al menos podía disfrutar de su compañía, de sus tiernos gestos y hermosa sonrisa, aunque en el fondo sabía que ningunos eran para mí.

1 comentario:

  1. pobre mi satoshi T-T
    un amor no correspondido
    pero se que algun dia encontra a su amor *0*
    y mi lindo matsumiya 2AÑOS de relacion omg!
    como sucedio? Quiero saber!!! *alucina* xD jajaja

    Gracias Iza♥ como siempre me voy con una sorisa despues de leer tus fics ;)

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