miércoles, 19 de septiembre de 2012

Be With You 4



By Jun

Observé a Nino alejarse olímpicamente, dejándome con las palabras en la boca. Estaba más que molesto, le conocía y sabía que se había ido así para no decirme algo descompuesto, o peor aún, que se lo dijese yo. Pero es que Nino no comprendía lo que pasaba por mi cabeza en estos instantes... Lo único que yo necesitaba era estar a solas, pensar, analizar; buscarle una solución a este problema en el cual estábamos metidos, y todo por mi culpa.

Por dejarme llevar, terminé arrastrándolos a la deriva conmigo, en especial a Nino... Me sabía mal el hecho de que estaba pasándola fatal en este momento por mi irresponsabilidad. Cuando le vi llorar silenciosamente mientras Kitagawa nos reprendía, me sentí como un imbécil; mi novio no era de las personas que lloraba con facilidad, sabía que en verdad se sentía muy mal, y todo por no haberle hecho caso.
Mientras conducía a casa no dejaba de darle vueltas al asunto, no quería ser expulsado, no quería dejar lo que más me apasionaba en toda mi vida. Amaba mi trabajo, a los chicos, a Nino... Ahora todo pendía de un hilo, y no, no quería perderlo. 


Al llegar a mi apartamento, me dejé caer en el sofá, frotándome el puente de la nariz, miré hacia el teléfono y vi la lucecita de éste parpadear, de seguro habían un millón de mensajes, todos queriendo saber que estaba ocurriendo en este instante. Me acerqué hasta él y comencé a escuchar algunos de ellos; algunos amigos preguntándome que si estaba bien, mi representante informándome sobre unos cambios de último minuto con una periodista quien me haría una entrevista, uno de Sho y Aiba, dándome ánimos, y uno de mi hermana... Suspiré 

- Jun-chan... Tremenda sorpresa, ¿ne? Bueno, para mí al menos no lo era del todo, pues siempre supe que entre tú y Nino había algo, lo que si me choca es que no me lo hayas contado- escuché una risilla- ¿Sabes? No me importa lo que esos periódicos anden diciendo de ti, te quiero muchísimo y siempre voy a apoyarte, aunque lo de las drogas me intranquiliza un poco, pero esperaré a que nos llames a mamá y a mí para esclarecer todo esto....- escuché que sonaba la línea, al mirar el identificador me di cuenta de que precisamente era mi madre. Tomé el aparato y atendí.
- ¿Moshi mosh?- canturré sin ganas
- ¿Jun? Cielo... Hasta que al fin contestas- la voz de mi madre sonaba preocupada, y no era para menos
- Lo siento oka-san, primero una reunión con Kitagawa y luego estuve en casa de Sho... Ha sido un día infernal- informé acomodándome más en el sofá
- Los periódicos de hoy...
- Lo se, perdóname mamá. Se que en este momento has de estar pensando en esconderte debajo de las piedras, que tienes que estar avergonzada a más no poder... Te fallé, te fallé como hijo, le fallé a las fans, me dejé llevar y cometí un gigante error; mamá perdóname por favor...- le interrumpí, sintiendo como los ojos se me llenaban de lágrimas
- Jun, cariño, no tienes que pedirme perdón. Mira, no te voy a negar que me sorprendió bastante verte besar a tu compañero Ninomiya-kun, y que eso de las drogas me dejó un poco desconcertada, pero ¿sabes algo? Yo siempre voy a apoyarte y a estar ahí cuando los demás no lo estén- me puse un puño en la boca, para ahogar cualquier sonido que pudiese escaparse de mis labios- te amo, te amo muchísimo y confío plenamente en ti. Al principio de todo no supe como reaccionar ni que decir, pero comencé a ver fotos de cuando eras pequeño y entendí que lo único que puedo hacer es apoyarte, pues aún sigues siendo el niñito de aquellas fotos...
- Gra... Gracias mamá- logré articular
- No tienes que agradecerme nada cielo. Iré a Tokyo a verte aunque sea solo un rato y no aceptaré un no como respuesta. Necesito que me cuentes todo y que me digas lo del asuntito ese de las drogas...- 
No me encontraba con energías para batallar con mi mamá, además sabía de sobra que aunque dijese que no, tanto ella como mi hermana estarían aquí a primera hora del día para mimarme, tal y como siempre ha sido. Al ser el más pequeño siempre las tuve encima mío cuídandome de todo y esta situación no sería la excepción.

Al terminar la llamada, dormí por un largo rato, al despertar me di una ducha; no tenía ganas de comer, había perdido el apetito y tampoco quería hablar con nadie. Bueno, sí, tenía ganas de hablar con Nino... Desde la tarde no habíamos platicado y moría de ganas de hacerlo, en estos momentos el único que podía aliviarlo todo era él, pero yo había elegido quedarme a solas.

Estuve evitándole desde la reunión con Kitagawa, en verdad, no sabía porque lo hacía; quizás por no preocuparle más de lo que ya estaba, o tal vez porque no quería derrumbarme ante él. Solo del hecho de saber que podía estar expulsado del grupo me dolía... No quería alejarme de ellos, eran mi familia, las personas en quienes me había apoyado durante estos últimos once años.

Miré al techo y exhalé. Necesitaba verle, no ganaba nada con hacerme el fuerte en estos momentos, cuando era él quien me infundía las fuerzas que no tenía. Miré el reloj de la mesilla... Eran pasadas las doce de la noche, a lo mejor debía de estar dormido.
- ¿No le molestará si le despierto?- me pregunté a mi mismo. Me encogí de hombros y fui hasta mi closet, buscaría algo que ponerme e iría a verle.


By Nino

- Idiota, eso es lo que eres... ¡Pedazo de subnormal! ¡Si estuvieses frente mío en este momento te partiera la cara!- exclamé cerrando la puerta con fuerza en cuanto terminé de entrar todos los regalos a mi apartamento. Eran demasiados y en verdad no me apetecía verlos en este momento, ni siquiera el de Jun, que descansaba sobre el sillón; era enorme, pero no quería verlo aún; con la rabia que sentía en este momento era capaz de romperlo.

Los acomodé todos en la habitación de huespedes, más luego los vería. No tenía cabeza para esto y me sentía agotado; al terminar fui hasta mi cama y me lancé en ella, mirando mi móvil. 
- ¿Le llamo?- me pregunté a mi mismo- ¡Claro que no! Si el está interesado que te llame, total, el fue quien pidió estar a "solas", así que no lo haré- agregué. 

A la persona que sí llamaría sería a mi mamá; ella debía de estar esperando mi llamada. Ambos éramos muy unidos y en cuanto me pasaba algo, le llamaba; así que no lo retrasaría más y lo haría en este mismo instante. 
Tomé el teléfono y marqué con lentitud los dígitos, me acerqué el auricular al oído y me aclaré la garganta. Éste sonó tres veces antes de que escuchara la voz de la mujer que más amaba en este mundo.

- ¿Hai?- me quedé mudo al escucharla, no podía hablar, tenía un nudo en la garganta... Maldita sea, iba a llorar, debí esperar un poco más para llamarle- Kazunari, se que estás ahí, así que esperaré hasta que quieras hablarme...
- Etto... ¿Oka-san?- musité con un hilo de voz- soy un idiota... Perdóname
- ¿Ah? ¿Perdonarte? Pero si no me has hecho nada- por su tono de voz sabía que tenía aquella dulce sonrisa que la caracterizaba- A ver, ¿por qué me pides perdón? 
- Los periódicos, las noticias... Jun y yo... Ese escándalo- mordí mi labio inferior en un torpe intento de no echarme a llorar. Me consideraba una persona fuerte, pero con mi mamá no, simplemente con ella no podía ocultar nada.
- ¿La foto aquella en la que sale mi guapo hijo siendo besado por otro chico guapo?-  
- ¡Mamá, no es tiempo para hacer chistes! ¡Arashi está a punto de colapsar por esto!... Es probable que expulsen a Jun por ese escándalo, y si el se va... Mierda, no se lo que haría sin él...- dije mientras le daba rienda suelta a mi llanto- Perdóname mamá, no quise avergonzarte de esta manera, no debí haberme dejado llevar... Perdóname por llevar una relación promiscua e incorrecta ante los ojos de los demás...- sollocé y me detuve, escuchando a mi mamá llorar también
- No tienes que pedirme perdón por estar enamorado, eso del escándalo son cosas que pasan. En esta vida estamos propensos a que nos pase de todo...- emitió un sorbido y continuó- Kazu, soy tu mamá, te llevé en mi vientre por nueve meses y luché mucho para criarte, te amo tal y como eres y nunca, nunca voy a juzgarte o a señalarte...- sollocé al escucharla- Me importa un pepino lo que diga la prensa, yo solo quiero que mi hijo sea feliz
- ¿Entonces no te molesta mi relación con Jun?- inquirí en voz baja
- Claro que no cielo, igual sospechaba que había algo entre ustedes pero quise que tu mismo me lo confirmases- suspiró nuevamente- ¿y cómo es eso de que explusarán a Jun? ¿Por los estupefacientes? ¿Por estar contigo? ¿Ambos estaban consumiendo drogas?
- No mamá, lo de las drogas no es cierto- mentí. No quería darle una mala impresión de Jun a mi mamá
- Entonces... Ya verás que no lo expulsarán amor...-
- Eso espero, porque si Jun se va del grupo, no se lo que pasaría. Moriría de la tristeza si me alejasen de él- confesé mientras otra lágrima rodaba por mi mejilla
- ¿Lo amas, verdad?- preguntó mi mamá en voz baja
- Sí mamá... Lo amo. Lo amo demasiado y no quisiera que se fuera, de solo imaginarlo...
- Shh, no digas eso, ni vuelvas a romper a llorar, que me harás llorar a mí. Pensando así atraerás cosas negativas y eso no pasará, ya verás corazón- dijo para tranquilizarme.


Después de pedirle perdón a mi mamá una y mil veces por ser un llorón, terminé la llamada, no quería seguir llorando y tampoco quería preocuparla más. Me lavé la cara, y senté en el suelo con la DS para tratar de distraerme, pero no tenía cabeza para jugar; en lo único que podía pensar era en mi chico y la situación en la que se encontraba el grupo. 
Horas después de jugar, completando las partidas más por inercia que por el gusto de querer hacerlo; me puse de pie y busqué algo que comer. Con un vaso de ramen, consideré que era suficiente y luego de comérmelo me di una ducha, yéndome a dormir finalmente. 

Cosa que me resultó imposible... No dejaba de dar vueltas en la cama, Jun y yo no acostumbrábamos irnos a la cama peleados. Yo al menos no podía dormir y sabía que él  tampoco; pero como cumpliría su mandato, no le llamaría, ni lo molestaría. Al mirar la hora en mi móvil suspiré, eran las 12:45 y yo aún sin poder cerrar los ojos, gracias a él
- Si pudiese golpearte, lo haría...- murmuré entre dientes.

El sonido del timbre me hizo abrir los ojos desmesuradamente... ¿Quién podía estar ahí y a estas horas? Pensé en no abrirle, pero al ver que tocaban con insistencia, me puse de pie murmurando una sarta de palabras ininteligibles y maldiciones mientras iba hacia la puerta.

Al abrirla, me quedé de piedra; después de todo, no era el único que no podía dormir cuando estábamos peleados...

- Jun- susurré mirándole fijamente. Iba con unos pantalones de chándal negros y una camiseta rosa, me miraba con gesto suplicante. Aquella era su manera de pedirme disculpas.
Me hice a un lado, permitiéndole entrar, él me obedeció en silencio y continuó sin decir nada. Cerré la puerta y él se volvió hacia mí, abrazándome con fuerza, hundiendo los dedos en mi pelo y estrechándome contra su cuerpo, como si intentase que nos volviéramos uno solo. Las palabras sobraban, aquél abrazo decía todo, podía sentir el temor de Jun, sus inseguridades y sobretodo su amor por mí.

Estuvimos abrazados por largo rato, sin decir nada, sólo escuchando el acompasado sonido de nuestras respiraciones. Suspiré y acaricié la espalda de Jun, sintiéndome reconfortado entre sus brazos

- Lo siento- musitó en un murmullo apenas audible
- No tienes que pedir perdón J- contesté sin soltarle aún
- No debí dejarte ir esta tarde, pero, sabes que soy un estúpido, ¿verdad?- me separé un poco de él y lo ví sonreír apenado
- Lo se, eres un imbécil que cree que puede con todo, pero al final te das cuenta de que no siempre uno debe de soportar todas las cosas solo. - entrelacé mis manos con las suyas- En esos momentos, te juro que te odio, me dan ganas de golpearte hasta que entres en razón...
- Shh... - me interrumpió poniendo sus dedos en mis labios para acallarme- Eres demasiado lindo para estar haciendo rabietas- sentí como mis mejillas ardían al escuchar aquél cumplido. Jun intercambió sus dedos por sus labios, regalándome un tierno beso.
- ¿Es algo tarde para la visita no crees?- comenté con una leve sonrisa, deseando que el rubor de mis mejillas se me borrase. A pesar de este tiempo, continuaba sonrojándome por los cumplidos de Jun
- No podía dormir... Son demasiadas cosas, demasiados pensamientos, y sabes que no me gusta irme a la cama sabiendo que estás molesto conmigo-
- Lo se, yo tampoco podía dormir- respondí encogiéndome de hombros. Tomé una de las manos de Jun, conduciéndolo hasta la sala; ambos nos sentamos en el sofá, sin soltar nuestras manos- ¿Cómo te sientes?- inquirí mirándole a los ojos
- No lo se, Nino... Me siento como una basura. Siempre resalté por ser uno de los más entregados en el trabajo, al que trataba de nunca hacer algo malo, siempre siendo responsable, siendo extremadamente dedicado, y pendiente hasta al más mínimo detalle... Y por un simple error, por dejarme llevar, por comportarme como un crío, estoy a punto de ser expulsado, y dejar de hacer lo que más me gusta- él emitió un suspiro lastimero y cerró los ojos, apoyando la cabeza en el sofá
- Sabes que vamos a luchar hasta que nuestras fuerzas se agoten para que no te vayas, para que no seas expulsado... ¿Por qué en vez de sentirte de esa manera, piensas positivo J? Tú no eres así, tú no eres de los que se dan por vencidos fácilmente, no eres una persona débil ni pesimista. Siempre que alguien está mal, estás ahí para infundarle valor, y ahora que lo necesitas, te pones negativo? Vamos Jun, dame una de esas hermosas sonrisas que me vuelven loco y dime que vas a dejar a un lado esa negatividad...- mi chico abrió los ojos, mordió su labio inferior y finalmente me regaló una sonrisa, era la primera vez desde ayer que lo veía sonreír con sinceridad

- Gracias, de verdad, gracias por estar a mi lado, Nino... - volvió a sonreír y sentí como todo dentro de mi se derretía. Maldita sea, en serio estaba loco por él.
- No tienes que darme las gracias, baka, sabes que lo hago porque te amo- J enarcó las cejas y se acercó a mi, rozando sus labios contra los míos con suavidad.
- Sabes que soy un cabezota, y que de todas maneras, te daré las gracias...- susurró contra mi boca
- ¿Te quedas a dormir? Digo, es muy tarde ya para que vuelvas a casa- comenté separándome un poco de el y frotándome detrás del cuello, en un acto de nerviosismo. Jun me observó con diversión y se encogió de hombros
- Si no te molesta-
- Claro que no, anda, vamos a dormir... A DORMIR- recalqué en cuanto J me dio una mirada un tanto significativa. Ambos nos pusimos de pie y el comenzó a reír
- ¿Crees que soy el tipo de persona que si pudiese estar todo el día sobre ti, lo haría?- inquirió cruzándose de brazos 
- Etto... si- asentí con la cabeza, haciendo que su carcajada fuese un poco más estridente
- Mínimo me ves como enfermo sexual- negó con la cabeza mientras chasqueaba la lengua- mal... Muy mal Kazunari-kun
- No te veo como enfermo sexual, más bien te veo como alguien demasiado... Persuasivo- entrecerré los ojos
- No opinaré nada al respecto... Vamos a dormir- ambos nos encaminamos a la habitación. Jun se puso unos pantalones de pijama y se quedó con la misma camiseta, acostándose en un lado de mi cama; lentamente me acerqué hasta él y me acosté a su lado. Le miré a los ojos y suspiré
- Entonces, vamos a dormir- repetí con un hilo de voz, mientras ambos nos metíamos bajo las sábanas
- Ven aquí...- susurró antes de estrecharme en sus brazos, abrazándome con fuerza y dándome suaves besos en el pelo- Perdona por haberme alejado de ti hoy, no quise hacerte sentir mal...
- J, ya basta de tantas disculpas. Entiendo que lo que está pasando en estos momentos no sea fácil para ti que eres el más afectado de todos, yo me enojé, pero comprendo. Sólo no lo vuelvas a hacer y cuenta conmigo, ¿si?- contesté aferrándome más a él

- Te quiero Nino, mil gracias por lo que estás haciendo por mí...

Esbocé una triste sonrisa al escucharle y le dí un beso en la mejilla. Él me agradecía por estar ahí a su lado, cuando en verdad era yo quien tenía que darle las gracias por no dejarme solo.


Al despertar al día siguiente, abrí los ojos y esperaba ver a Jun a mi lado, más éste no estaba. Me senté en la cama, restregándome los ojos para ver mejor y tampoco estaba en la habitación; afuera se escuchaba a alguien hablar, al agudizar el oído me di cuenta de que se trataba de él.
Me puse de pie y fui a hurtadillas hasta la sala, ahí se encontraba Jun sin camiseta, tan solo con los pantalones del pijama y hablando por teléfono, algo distraído.

- ¿Para mañana a primera hora? No podíamos tocar ese tema un poco más tarde?- hizo una pausa y suspiró- Ah claro, por la grabación de Zero... Claro, claro, entiendo Sho-chan- volvió a hacer otra pausa- Por supuesto, le diré a Nino. Se que protestará, sabes de sobra que no le gusta levantarse temprano...

Sonreí al escuchar aquello. Jun siempre preocupándose por mí.

- De acuerdo, entonces mañana será. Si claro, tu no te preocupes, no tardaré y si, llegaré solo. Hasta entonces, Sho- y terminó la llamada. Al volverse hacia atrás, sonrió al verme
- Ohayou- le saludé con una tímida sonrisa
- Buenos días... Estuve hablando con Sho. La reunión con Kitagawa es mañana- me informó
- ¿Nervioso?
- Para nada- negó con la cabeza- lamento haberte despertado.
- No lo hiciste, simplemente te eché de menos en la cama y me levanté- respondí encogiéndome de hombros- ¿Quieres desayunar algo?
- No, de hecho, me daré una ducha y me iré- le miré interrogante- mi madre y mi hermana vienen y ya sabes lo que eso significa- puso los ojos en blanco
- Descuida, entiendo. Pero no hay problema, ve tranquilo, más luego hablamos y desayunamos o cenamos y... Eso- expliqué con una risilla 
- ¿Seguro estarás bien solo?- inquirió alzando una ceja
- ¿Qué te crees? ¿Que me voy a morir? Ni que me fuese a salir el cuco... Y ahora anda a bañarte, apestas- respondí empujándole suavemente mientras reía. 


Antes que todo quiero decirles que este cap me pareció algo cursipendejo y sobretodo, dramático .__.
Pero así salio, espero que les haya gustado ^^

1 comentario:

  1. aaaawww mi matsumiya derrite miel ♥//////♥
    *suspira* a pesar de todo los problemas mis niños tienen a su familia que los apoya xq si fuera lo contrario creo q mis ojos desaparecerias de tanta lagrima q dejaria >.<
    Los 2 se aman tanto que no pueden estar separados por mucho tiempo kyaaah! ♥
    y deberas q J es un terco por no decirle a kazu q lo ama >0< pero con esos gestos entre ellos esas palabras quedan a un lado ♥//♥
    Gracias Iza! por actualizar y te digo a mi me encata lo cursipendejo :P jejeje

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