Y aquí está la parte final de este fic :3
Suspiró y lanzó un chillido; cerrando violentamente la computadora. Era un imbécil, todos, absolutamente todos le veían la cara de tonto, en especial ese, el amigo de Aiba. Con razón a veces notaba que era demasiado educado, que tenían demasiadas cosas en común y que a veces le repetía cosas suyas que ya Aiba sabía.
- Que baka soy- masculló dejándose caer sobre la cama- aunque debo de admitir que no es para nada feo- se sentó de golpe- ¿Pero qué estoy diciendo? No tengo que pensar si es lindo o no, el se hizo pasar por Aiba, yo... yo le conté muchas cosas mías y el muy estúpido...- se detuvo, pensando en la cara que puso cuando fue descubierto. Lucía algo apenado, y preocupado por su reacción.- Ya no voy a pensar más en eso, igual, no creo que vuelva a verlo nunca.
Aunque internamente se preguntaba si no estaba siendo un poco injusto con él.
Dos semanas habían pasado desde el incidente con Nino, y Jun no había vuelto a hablar con él, a pesar de que a veces tenía deseos de hacerlo, se contenía y dejaba a Aiba usar su cuenta, a la cual le cambió la clave para evitar que Jun entrase nuevamente.
- Nino me contó lo que pasó... Y me dijo hasta de que moriría- le comentó Aiba una tarde mientras salían de clases
- Lo siento, le dije que no te dijese nada... Soy un imbécil, él tiene razón, no puedo andar usurpando a la gente así como así- contestó encogiéndose de hombros
- Descuida, el solo me haló de los pelos cibernéticamente, pero estoy acostumbrado a sus berrinches y sus peleas constantes- informó con una sonrisa
- Ni siquiera me dejó disculparme con él-
- Bueno, ¿y por qué no intentas hablarle como tú? como Jun. Ya deja la estupidez, ni que fueras el primero o el último que tenga amistades por internet- comentó el mayor poniendo los ojos en blanco
- Tienes razón, además solo lo hago por Nino- aseguró el pelinegro
- Te tomas demasiadas molestias por él- dijo Aiba enarcando las cejas
- ¿Qué quieres decir?-
- ¿Yo? Nada- sonrió con picardía y continuó caminando en silencio.
Miró la pantalla y volvió a suspirar por enésima vez... No le hacía gracia aquello de crearse un perfil en aquella red social solamente para hablar con Nino, pero es que, sentía la necesidad de hacerlo; le debía una disculpa a su amigo... Si es que podía llamarle así. Al ver que él aceptó su solicitud de amistad y verlo online, se decidió hablarle, aunque a decir verdad, tenía un poco de miedo por su reacción.
"Hola..."
Ya había dado el primer paso, "a lo mejor no me contestará rápido pues no sabe quien soy", pensó para sus adentros, pero se sorprendió en cuanto escuchó un sonidito peculiar en su ordenador
"Hola... Disculpa por ser tan directo, pero no te conozco ¿Quién eres?"
Sus labios se curvaron, mostrando una débil sonrisa. Siempre se iba directo al grano.
"Bueno, me conoces, pero a medias"
"No soy bueno en las adivinanzas, anda, dime quien eres ¿si?"
"Soy Jun... El amigo de Aiba"
Tardó unos minutos en responder, los cuales fueron una eternidad para Jun, pues no sabía que le diría al saber quien era.
"Creí haberte dicho que no quería hablar más contigo, ¿no fui lo suficientemente claro?"
"Lo fuiste pero, quería disculparme por lo que hice, de verdad me pareces un chico genial, me caes estupendamente bien y no me gustaría que nos dejásemos de hablar por eso. Entiendo que tengas tus razones para enojarte, pero no lo hice con mala intención, yo solo quiero ser tu amigo..."
"Bien. Estás disculpado, no tienes que preocuparte por nada, gracias ^^ y en cuando a lo de ser amigos, no lo se, tengo que pensarlo"
"Comprendo."
Y esa fue la última conversación que tuvieron. Nino no volvió a contestarle más y Jun tampoco quería atosigarle tanto; pero es que algo en su interior le decía que insistiese más... De verdad, las noches sin aquellas conversaciones con él se habían tornado aburridas y vacías, tampoco tenía motivos para sonreír.
¿Qué le estaba pasando con él?
- Me gusta... Eso es lo que pasa- se dijo a si mismo mientras se encontraba tumbado de espaldas en la cama mirando hacia el techo. Pues Aiba era su amigo y si no hablaba durante unos días con él, obviamente lo echaría de menos, pero no de la manera en que extrañaba a Nino. Ultimamente no dejaba de pensar en él, en las cosas que habían hablado, en su hermosa sonrisa y en la forma en que veía las cosas.
Definitivamente sentía algo por él. No tenía que cuestionarse más, solo tenía que pensar en una posible solución, una manera de pedirle perdón, y si él aun continuaba frío y distante con él, se alejaría, aunque se sintiese así de mal aún... Y justo se le ocurría una idea, y no dudaría en ponerla en práctica ya mismo.
Se encontraba un poco cansado, eso de los trabajos de media jornada más la escuela, era un total problema. Pero tenía que hacerlo para ayudar y aportar algo a la casa, no quería ser un mantenido por su madre y su hermana; así que por ellas lo hacía. Aquella noche, al llegar, se dio una rápida ducha, cenó con su familia y se encerró en la habitación a hacer los deberes de la escuela; al terminar, decidió conectarse un rato para desestresarse un poco antes de ir a dormir.
Al revisar su correo electrónico, encontró algo, era desde un correo desconocido. Se encogió de hombros y lo abrió; en este había un archivo... era un vídeo. En el subject tenía un simple ":3 <3"
- ¿Será porno?- se preguntó a si mismo- Bueno, no está mal curiosear un poco...- añadió con una sonrisa, descargando el archivo y poniéndolo en el reproductor. Al iniciar, se dio cuenta de que era un vídeo casero, pues veía claramente un pared blanca, un pequeño sofá negro y luego un rostro muy pegado a la cámara, que se iba alejando poco a poco.
- Etto... Domo...- saludó un poco avergonzado. Nino reprimió una sonrisa al ver su cara- En verdad no soy bueno para estas cosas, ni para las cámaras, ni para pedir disculpas- suspiró y se arregló el flequillo- Verás Nino, no fue mi intención el hacerte eso, pero me daba mucha pena entrar a una página para hablar con alguien, cuando yo decía que eso de tener amigos por internet era algo estúpido... Pues ahora mira, estoy, digamos que...- un leve rubor cubría sus mejillas- me acostumbré a hablarte y me siento mal por lo que te hice. Juro no volver a usurpar a nadie... Desde hoy seré Jun, el chico que quiere ser tu amigo ¿Qué dices? ¿Me perdonas?-
Él miraba a la cámara con gesto suplicante y Nino no pudo evitar suspirar, en verdad Jun era muy atractivo y el verlo hacer esas cosas era muy adorable. Pausó el vídeo y se quedó mirándolo. Tenía las cejas muy pobladas, tono de piel muy pálido, el pelo negro, por el cuello, con un mechón blanco en el flequillo y otro en detrás de la oreja. Llevaba una camiseta azul oscuro y un collar, con el dije en forma de candado; nariz recta, labios algo carnosos y sus ojos de color castaño, grandes y vivaces. Pulsó a "reproducir" para continuar con el vídeo.
- Esto es una mierda... Si le digo eso pensará que estoy muy desesperado- exhaló y se escuchó el sonido de la puerta- Ya voy- se puso de pie y fue hasta ella, abriéndola con rapidez- Ah, Aiba-chan, eres tú.
- ¿Esperabas a alguien más?- inquirió el recién llegado
- No, en lo absoluto- se acercó a la cámara y todo se volvió negro.
No pudo evitar soltar una carcajada al ver aquello, ¿en verdad Jun le había enviado eso para que le perdonase? ¿Tanto le importaba el hacer las paces con él? Al parecer sí porque había llegado a ese extremo. El cual le parecía totalmente adorable, el verlo todo apenado y con las mejillas algo sonrojadas mientras le pedía perdón.
Sin duda, reconsideraría su decisión.
Jun no se conectó esa noche, ni Aiba tampoco, así que estuvo hablando con algunos amigos por un rato y finalmente se fue a la cama, se encontraba algo cansado y al día siguiente tenía muchas cosas que hacer.
Iba de camino al pequeño supermercado en el cual trabajaba después de la escuela, al llegar saludó a Sakura, la chica encargada de guardar los paquetes. Dejó la mochila a su cargo y se puso una camisa de botones negra, la cual era parte de su uniforme, antes de ir a ocupar su puesto en la caja registradora.
Luego de algunas dos horas de trabajo, se acercó un cliente para pagar algunos artículos; Nino comenzó a pasarlos por la máquina, sin fijarse en quien tenía en frente. Al terminar de pasarlos, alzó la vista y con la mejor de sus sonrisas dijo
- Son 2,500 yenes...- pero se detuvo al ver quien estaba frente a él. No era más que el mismísimo Jun, Jun el del vídeo, Jun, el de la hermosa sonrisa, el de las mejillas sonrojadas y gestos tiernos. El amigo de su amigo, el cual le hacía una falta terrible el no hablar con él; Jun, el mismo que la noche anterior le había hecho irse a la cama con una sonrisa, Jun, el que en este momento se comportaba como si no le conociera.
¿Será que no se acordaba de su cara?
- Claro, aquí tiene- curvó los labios en una media sonrisa y le entregó el dinero. Nino procedió a guardarlo en la caja registradora y le devolvió el cambio, introduciendo sus artículos en una bolsa y dándosela a Jun.
- Gracias- otra tímida sonrisa antes de tomar la bolsa e irse. Nino emitió un suspiro al verlo alejarse; en realidad, Jun era mucho más lindo que en la webcam.
- Un momento... ¿Por qué ando pensando esas cosas?- se reprimió a si mismo y continuó con su trabajo.
Bien, era la cuarta vez en esa semana que veía a Jun en su trabajo, miró su reloj de pulsera, las siete menos cuarto, a la hora en que habitualmente el iba a comprar, aunque algo le decía que iba por él, pero... ¿Por qué no se animaba a hablarle si tanto le echaba de menos?
Nino se sentía frustrado y confundido, no sabían cuales eran las intenciones de Jun, pero de lo que sí estaba seguro es que le diría lo que pensaba de aquél vídeo. Él se acercó a la caja con una simple caja de Pocky's, la deslizó muy despacio y en silencio.
- 882 yenes- murmuró en voz baja y él le entregó el dinero con una expresión socarrona en el rostro. Tomó el cambio y Jun extendió la mano para tomarlo, pero Nino guardó el dinero en su bolsillo; el pelinegro lo miró con una interrogante
- ¿Pasa algo?- inquirió
- A ver Jun, es la cuarta vez que vienes en menos de una semana, deja ya fingir y dime que vienes por mí...- espetó mirándolo a los ojos. El más alto, sonrió
- ¿Crees que eres tan importante para que esté aquí a diario?- Nino se cruzó de brazos y lo miró con una ceja alzada- Bueno... Puede ser, pero no quería resultar molesto- respondió encogiéndose de hombros
- No lo eres, molesto es que vengas y pretendas no saber quien soy, baka- sacó el dinero de su bolsillo y se lo entregó
- No es eso, es que... La última vez que hablamos me dejaste muy claro que no querías que te molestase y eso hice. Por eso pasaba "disimuladamente" por aquí, pero al parecer, no conozco bien el concepto de disimular-
- Y que lo digas. Oye, mañana hay una convención de manga y... Bueno, Aiba no está disponible- Nino miró al suelo, un poco apenado- ¿irías conmigo?
- ¿Es una cita?- en la voz de Jun se percibía un ápice de emoción
- Sólo me vas a acompañar, pero si quieres que sea una cita...- sintió como sus mejillas ardían
- De acuerdo. Iré contigo entonces, y bueno, si puede ser eso- carraspeó y miró a otro lado con disimulo- ¿a qué hora nos encontramos?
- ¿Te parece aquí mismo mañana a las dos?-
- Claro, aquí estaré- tomó la caja de Pocky's, le dedicó una hermosa sonrisa a Nino y salió del supermercado con su elegante andar.
Jun suspiró al llegar a las afueras del trabajo de Nino, éste se encontraba jugando con su DS, totalmente ajeno a su presencia. Llevaba unos vaqueros azules ajustados y una camiseta azul cyan con un dibujo de Astro Boy en el pecho. Se alegró de que ambos tuviesen ropa parecida; Jun llevaba una camiseta negra de GANTZ, con un dibujo de Kei Kurono, y unos pantalones del mismo color. Nino alzó la vista y sonrió al verlo
- Al fin llegas- dijo a modo de saludo, cerrando el aparato y guardándolo en su bulto
- Lamento la tardanza- hizo una leve reverencia y sonrió
- Descuida, está bien-
Ambos llegaron al lugar en donde se daría la convención, Nino estaba muy emocionado; habían cosplayers, posters de anime, ediciones especiales e inéditas de algunos mangas. Jun le regaló un muñeco de felpa de Jiglipuff, el cual Nino tomó con una leve sonrisa y sonrojado hasta mas no poder.
Luego de salir de la convención, fueron a un restaurante y comieron ramen por elección de ambos. Al terminar, Jun decidió acompañarle a su casa
- La pasé estupendo hoy, tenía mucho que no me divertía así- comentó el menor mientras caminaban por el vecindario cercano a la casa de Nino
- Yo también... Gracias por el Jiglipuff- musitó en voz baja acariciando el muñeco con una mano
- No tienes porque agradecer- contestó- Por cierto; ¿por qué decidiste perdonarme?
- Porque...- Nino se detuvo y sonrió- porque tu vídeo me pareció muy tierno
- ¿Mi qué?- le interrumpió bruscamente
- El vídeo en que me pediste perdón, fue demasiado kawaii, tengo que admitir que es una de las cosas mas lindas que alguien ha hecho por mí-
- Voy a matar a Aiba, en serio, ¡lo mato!- exclamó casi a gritos- con razón el muy idiota se reía cada vez que me veía...
- Pero Jun, si fue muy lindo, en serio, por eso decidí perdonarte- dijo el mayor conteniendo la risa al ver su reacción
- ¡No! En serio, esto no puede ser cierto, es que... no, ¿cómo Aiba pudo hacerme eso? Me imagino todo lo que debiste de haberte reído, con la cara de imbécil que tenía ahí... Que vergüenza...- pero los labios de Nino lo acallaron, el castaño lo había agarrado con fuerza del brazo y lo atrajo hasta él, besándolo con delicadeza... Jun suspiró y finalmente cedió, correspondiendo a aquél suave roce, ladeando la cabeza, haciendo que sus bocas encajaran a la perfección.
Nino entreabrió los labios, y Jun no perdió ni un segundo para introducir su lengua en su húmeda y deliciosa cavidad, explorándola por completo y finalmente dejando que acariciara la lengua del más bajo, estremeciéndose al sentir su suavidad. Se separaron por la falta de aire y sonrieron.
- A eso yo le llamo hacerme callar...- susurró contra la boca de Nino
- Me tenías desesperado y no me entendías-
- Pero en serio, Aiba me va a escuchar- volvió a protestar haciendo un puchero involuntario
- Shh... De no haber sido por Aiba no decido perdonarte, así que no seas cruel con él- ambos se tomaron de la mano y continuaron caminando- volveremos a repetir esto, ¿verdad?
- Por supuesto, quiero volver a salir con el chico que me gusta- Nino lo miró soprendido y con los labios entreabiertos. Jun continuó- me acostumbré por completo a ti y terminé demasiado enganchado, ¿sabías? Creo que con negarlo no gano nada, ¿así que para qué ocultártelo? Es un hecho, me gustas Nino...
El aludido no podía dar crédito a sus palabras, era increíble que un chico tan atractivo, inteligente, gracioso y único como Jun se hubiese fijado en él.
- Yo también quiero salir con el chico que me gusta- contestó finalmente con una enorme sonrisa. Y le daba la impresión de que esta sería la primera de muchas citas con Jun.
kyaaaaaaaaah!!! sdbjzhfgchjzfg ME ENCANTO!!!
ResponderEliminartodo fue tan lindo >//////<
me imagine a mi J todo nervioso en el video *-*
pero q decir del supermercado aa esos encuentros me emocionan *///*
la cita y el beso fue lo que marco el comienzo de una relacion <333333 Matsumiya♥
Gracias Iza! por esta bello fic y por fin ya puedo actualizarme con tus fics los disfrutare como siempre \[*0*]/
AAAAAAAAAAAH ¡pero qué lindo! >wwww<
ResponderEliminarme encantó, todo fue tan amoroso y fgdhjskajshd
hiciste que imaginara a nino todo feliz, emocionado y alucinado en la convención *O* y al tierno de Jun en el video aaww jamás imaginé que Aiba lo hiciera apropósito jejeje
y aaaaw el beso >////< ame la forma en la que callo a Jun, fue un bellísimo fic, gracias Iza<3
Si supieras que cuando lo hice, lo encontré algo "plain", pero al ver que les gustó veo que hice la historia tal y como debía de hacerla :3
EliminarEn cuanto al beso, eso sí me gustó, pero es que sabes como es Jun de exagerado y tímido, todas esas cosas le dan verguencita, por eso Nino sólo pudo hacerle callar de esa manera <3
Gracias a ti por leer :3